En primera instancia te hace sentir inexistente, porque tú sabes que una persona que no existe de forma civil no tiene cómo reclamar sus documentos. Cuando llegas a ese límite te sientes impotente, desdichado, pero sobre todo sientes que tu país te está fallando. Que la tierra que te vio nacer te está negando el hecho de poder tener un seguro, trabajar de forma digna, tener una educación… que te están desterrando y te están obligando a sumirte en un estado de pobreza único¨. Altagracia Yean López es dominicana, tiene 26 años y dos hermanos. Sus padres, haitianos, inscribieron a Altagracia en el registro cuando nació pero no pasó lo mismo con sus hermanos, de 14 y 19 años.Ahora no tienen cédula de identidad y la Junta Central Electoral se niega a entregarles estos documentos por tener padres extranjeros.
Como ellos, 6 millones y medio de niños en América Latina y el Caribe carecen de certificado de nacimiento, según el último informe del Baco Interamericano de Desarrollo. ¨Sin documentos no tienes acceso a la educación, sanidad, abrir cuenta bancaria… Te está negando el acceso a tu vida social y civil. Yo no sabía que la tierra que te vio nacer podría colaborar para tu destrucción personal¨, dice Altagracia, que junto con otros muchos dominicanos luchan día a día por cambiar esta situación.
**Exclusión social**
Las causas de esta problemática son diversas. Por un lado, ¨existe falta de información y sensibilización sobre la importancia del registro civil en muchos grupos de la población, como pueden ser las poblaciones indígenas o afrodescencientes¨, según explica Nadine Perrault, Asesora de Protección de la Infancia de UNICEF en América Latina y el Caribe. Además, ¨en muchos casos las madres solteras no quieren dar a sus hijos el apellido del padre y por eso no les registran¨. A esto hay que añadir ¨la dificultad que tienen muchas familias de zonas rurales para acceder al registro, el costo que supone realizar estos trámites o el hecho de que muchos padres sean indocumentados y tengan miedo de acudir al registro¨, explica Perrault.
En algunos países como Bolivia, Haití, República Dominicana o Jamaica un 15% de los niños menores de 5 años no tienen documentos. Sobre todo, los que pertenecen a los estratos más pobres de la sociedad. ¨Esta situación afecta sobre todo a las comunidades rurales, a los que viven en las zonas fronterizas, a los indígenas y a los afrodescendientes. En definitiva, a los más pobres¨, explica Perrault. ¨Al fin y al cabo es un problema general de exclusión social¨.
**Avances**
En los últimos años se han dado pasos adelante para reducir el subregistro. Por ejemplo, Brasil ha conseguido disminuir las cifras de niños indocumentados en el país en un 18% en 5 años. También Perú y Paraguay están realizando un trabajo ¨extraordinario¨, según UNICEF.
El año pasado, la organización holandesa Kids Rights entregó el Premio Internacional Infantil de La Paz a la niña dominicana Francia Simón por su labor de compromiso con los niños indocumentados. A sus 16 años, Simón ayudó a conseguir el acta de nacimiento a 170 infantes de su comunidad, la mayoría dominico- haitianos.
¨Estos niños son invisibles y, por ello, muy vulnerables. No tienen la protección de la ley, es como si no existieran y pueden ser víctimas fáciles del tráfico de menores. Además no pueden seguir estudiar, ir al médico, etcétera, lo que supone un grave problema¨, dice Ellen Vroonhof, Manager de programas de Kids Rights.
**Subregistro cero en 2015**
Pero aunque se están produciendo avances, ¨aún falta que este compromiso se extienda a todos los países de la región¨, dice Nadine Perrault.
La Segunda Conferencia Regional de América Latina y el Caribe sobre Derecho a la Identidad y Registro Universal de Nacimiento celebrada recientemente en Panamá ha propuesto otorgar documentos a todas las personas de la región para el año 2015. Algo que, desde UNICEF, piensan que sí es posible.
¨Lo principal es asegurar el acceso al registro, es decir, que en zonas rurales y de frontera se pueda registrar a los niños. Lo segundo es simplificar los procedimientos, eliminar todos los costos, directos o indirectos. Y tercero, asegurar que esos servicios ofrezcan una perspectiva que tenga en cuenta a los indígenas y afrodescendientes. Es decir, que los servicios sean más sensibles a las diferentes culturas e identidades¨, explica Perrault. ¨De esta manera, dentro de cuatro años todos los niños de la región tendrán actas de nacimiento¨.
Cualquier esfuerzo es poco para conseguir que estas personas sean, de una vez por todas, visibles. Con documentos y con derechos.