La confrontación dejó muy prontamente varios heridos. Entre ellos Alejandro Canales Santibañez, estudiante de periodismo de cuarto año de la Escuela de periodismo de la Usach, fotógrafo de Pressenza, el mejor alumno de la carrera y de toda la Facultad de Humanidades. Alejandro fue herido en la cabeza con un piedrazo mientras reporteaba la marcha de los estudiantes, se encuentra internado en la Posta Central a la espera de suturación de su herida.

Es el primer voluntario de nuestra agencia que sufre una agresión similar.

Comparte con otros heridos, estudiantes todos, en situación de mayor o menor gravedad, que han sido víctimas de las tácticas de agresión que una vez más gatillan los Carabineros.

Entre policías a caballo, zorrillos y lanza aguas, buses blindados, una verdadera nube compacta de gases se instaló en el centro de Santiago, mientras los carros lanza aguas empaparon disuadiendo a los grupos de manifestantes. Estos corrieron dispersándose en todas direcciones, nucleándose en los parques aledaños, refugiándose en las Facultades cercanas (Escuela de Derecho, Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Escuela de Química y Farmacia, sede de la FECH, etc…) y en los liceos como el Instituto Nacional. Una dispersión táctica que permitió reagruparse en núcleos más pequeños, mientras nuevos refuerzos de columnas en marchas recorrían las calles de la capital.

Decenas de miles de estudiantes secundarios y universitarios, profesores, apoderados y ciudadanos, habían acudido a manifestarse en la Plaza Italia, ante el llamado de los actores de la Educación, luego de haberse retirado de la mesa de conversaciones con el gobierno, la noche anterior.

La intransigencia del gobierno, llevó a convocar esta manifestación y marcha que no fue autorizada por la Intendencia de Santiago.
*»Todos en Plaza Italia a las 10.30 horas, no nos dejemos engañar, el Gobierno intenta desvirtuar nuestra demanda de gratuidad»*, escribió en Twitter la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo.

La fuerte represión desatada por las fuerzas especiales de Carabineros, hizo que la manifestación se extendiera a varias cuadras alrededor de Plaza Italia, convirtiendo el centro de Santiago en un caos por varias horas.

La decisión del gobierno es evidente: no negociará realmente, no asumirá el clamor popular por el término del lucro en la educación, y mientras envía al Congreso el proyecto ley que tipifica como delito las tomas de establecimientos educacionales, reprime con total brutalidad a quien quiera manifestarse en su contra.

Son los aleteos de un gobierno que no cuenta sino con el 22 por ciento de aprobación y el 70 por ciento explícito de rechazo.