Davis fue condenado por el asesinato en 1989 de un policía blanco de nombre Mark MacPhail que no estaba trabajando en ese momento. Desde entonces, siete de los nueve testigos se retractaron de su testimonio, y no hay pruebas físicas que vinculen a Davis con la escena del crimen. Testigos que estaban en la cámara de muerte relataron que Davis usó sus últimas palabras para confirmar su inocencia y desearles paz a sus verdugos. Fue declarado muerto a las 11:08 p.m., hora del este, y la causa consignada fue homicidio.