Vemos que un par de centenares de personas se han manifestado en el centro de Madrid bajo el
lema ‘Toma la Bolsa’, como parte de la iniciativa Occupy Wall Street (Ocupar Wall Street1), pero,
por otro lado, las fuerzas de seguridad despliegan un importante número de policías en la zona de
la Bolsa
sobre las 12.30, cuando la jornada bursátil ya ha empezado. Los agentes advierten a los
manifestantes que no se acerquen al edificio de la Bolsa,
aunque los dejan situarse en uno de sus laterales
junto al
Paseo del Prado y optan por trasladarse a un
parque
cercano. Es decir ‘al lado’. Situación-símbolo
perfecto
del poder, sin duda, el templo de las finanzas y la
policía
de su parte…

En los carteles leemos dos de los lemas más
comunes: “Esta crisis no la pagamos” y “¿Porque
mandan los mercados si nadie les ha votado?”. Que es la clave de todo esto: se vota a unos
políticos que serán funcionarios por un período, pero no se elige a quienes deciden de la
economía, o de la justicia, por ellos no se vota. ¿Contradictorio? O parte de un esquema muy
bien orquestado.

La acción mundial es promovida por ciudadanos estadounidenses que exigen “una economía al
servicio de las personas, la regulación de los mercados financieros, la limitación de su influencia
sobre la vida política, la creación de una banca pública y un reparto equitativo y justo de la
riqueza”. Que quede claro.

La jornada es muy completa, que no se trata de una acampada, o mera protesta, sino que es «un
foro social de aprendizaje y de reivindicación» en el que se expondrán cinco ponencias de
profesores y expertos críticos con el
actual sistema
financiero. Se hace durante el día,
hasta la
medianoche, abarcando diferentes
conferencias y
actividades en las que participan
catedráticos,
profesores y expertos en economía
que amplían el
debate sobre «aquellos que hundieron la economía». La charla inicial es sobre el funcionamiento mismo de la B
por la tarde el programa incluye temas diversos: las
diferencias entre la “economía
real” y la “economía,
especulativa” 2
los oligopolios y las compañías
transnacionales, y otro sobre la crisis
energética y el
decrecimiento, aunque se cancela la
ponencia sobre
paraísos fiscales, algo nada
secundario.

Además de las charlas, se realizan distintas acciones simbólicas poniendo de manifiesto
el «sometimiento de la población a la dictadura de los mercados financieros con la connivencia de los representantes políticos».

Se corean consignas como «FMI, déjanos vivir», «Dictadura de los mercados», entre las
habituales «Nuestra crisis no la pagamos» o «Que no, que no nos representan».

Más tarde, uno de los miembros del 15-M de Sol pide, por megáfono, a los asistentes que
escriban en unas bolsas de papel que les han entregado lo que piensan sobre los mercados
financieros y algunos se las ponen en la cabeza. Lo que se resume en frases como: «La Bolsa o la
vida», «Cuidado con la cartera, estás en la Bolsa», «Bancos sí; públicos y para sentarse», «Somos
personas, no índices bursátiles» o «Nadie les ha votado. Dejen de acosar y manipular nuestra
democracia».

Otros hacen rodar una gran moneda de un euro, denunciando así también la «especulación»
bursátil. Aclaran que no se trata de «tomar la
bolsa”
realmente, es sólo “simbólico”, pues
la
concentración es “principalmente una
jornada de
debate”. Además, no se
piensa “acampar” en la Plaza de la Lealtad, donde está situada la Bolsa de Madrid, como si se “hará en Wall S
organizadores de
Occupy Wall Street
tienen la intención de ocupar la calle
durante dos meses
, nada menos
(ver artículo
aparte). En general, se recalca la
importancia de
la jornada como “parte de una ola de
protestas a
nivel mundial”.

A esta iniciativa de Nueva York se han sumado ciudades tan importantes como San Francisco,
Los Ángeles, Seattle, Toronto, Atenas, Berlín, Frankfurt, Stuttgart, Lisboa, Milán, Tel-Aviv y Viena.

Y en España, aparte de lo expuesto en Madrid, han demostrado su apoyo a «Occupy Wall Street»,
las asambleas populares de Valencia, Bilbao, Barcelona, Santander y Las Palmas.