Un grupo de *“indignados”* estadounidenses pudo ocupar hace cuatro días el Zucotti Park,
indicando sus reclamos con carteles que dicen *“Somos el poder del pueblo”* o *“Wall Street es
nuestra calle”*. Lo hacen, como dijimos, en este parque situado en el corazón del distrito financiero
de Nueva York, decidido totalmente a hacerse oír.

Pero la policía llegó y sacó ayer por la fuerza las tiendas de campaña montadas en el medio
del parque, ya que como ya aclaramos no es legal estar aquí después de las 22 hs en grupos,
y fueron trece los arrestos; a pesar de ello, los manifestantes siguen como atrincherados allí, y
planean quedarse por *“tiempo indeterminado”*.

Un portavoz declara, sin ambages: *“Ha llegado el momento de decir basta a la codicia de Wall
Street y de las grandes corporaciones. Somos supuestamente la única superpotencia que queda
en el mundo, pero tenemos 15% de la población viviendo en la pobreza – unos cuarenta millones
-, 9% de desempleo y una gran cantidad de personas que han perdido sus casas”*. Muchos de los
participantes de la protesta han venidos de diversas ciudades del país, y no todos precisamente
en avión.

Les es claro que el sistema político vigente no está funcionando. Los diputados en el Congreso
representan a la gente que sostiene financieramente a sus campañas electorales… y muchos
piensan en ¡no volver a votar más! Tal es el disgusto.

Este movimiento que se instala frente a Wall Street se gesta a imagen y semejanza del llamado
movimiento de indignados 15-M español, surgido en mayo pasado con sus masivas protestas
contra el sistema político y económico español. Las protestas, con campamentos incluidos, se
extendieron luego a otros países, siendo el más resonado recientemente el de Israel, en varias
ciudades y de concurrencia multitudinaria.

Ellos ven que lo que han logrado esos activistas es admirable, sobre todo cotejando con el
inactivismo de los EEUU, pero ahora sienten los jóvenes que esto recién empieza y están muy
seguros que, poco a poco, van a crecer.

Todo se inició cuando la revista Adbusters convocó en julio pasado por Internet a *“Ocupar Wall
Street”* el 17 de septiembre. Por ello, unos 200 participantes en la protesta se instalan el lunes
por la noche con una decena de tiendas de campaña, para guarecerse de la lluvia, en el Zucotti
Park, que rebautizan “Liberty Park”, parque de la libertad – es época de parques, parece –, que
dista a sólo dos manzanas del Ground Zero, donde hace 10 años fue la catástrofe de las Torres
Gemelas. Es decir, protestas populares en el emblemático centro mismo del poder.

Algo que a policía de Nueva York no le gustó ni un pelo y ayer a las 10 de la mañana pidieron
por un megáfono a los manifestantes que desmontaran las tiendas.

Un participante comenta: *“Nos quedamos parados, pero la policía arremetió contra uno de
nuestros compañeros y se lo llevó detenido. Y luego prendió a dos más, los esposó y se los llevó
en una camioneta”*, y agrega *“Hemos contratado a un abogado para que nos permitan volver a
montar las tiendas. De aquí no nos vamos”*.

Los manifestantes han hecho de los bancos del parque mesas donde disponen de comida para
varios días. Todo ha sido donado, lo mismo que se vivió en plaza del Sol donde los diversos
colaboradores donaban de todo, una misma solidaridad pero en distintas plazas. Un donante
anónimo ha pagado a una pizzería próxima para que lleve pizzas todos los días. También
envían sándwiches y botes de dulce. Incluso no falta quien se acera trayendo cosas para los vegetarianos, desde un restaurante especializado situado también cerca del parque.

Y muchos colaboradores prefieren el anonimato, pues, obviamente, no quieren tener líos con
la policía. Y menos cuando ahora, en otro Estado, habrán cumplido una polémica sentencia de
muerte.

El animo que alienta a estos acampados es muy claro, aseguran que no podemos seguir así, se
está en una situación muy peligrosa; el llamado El Tea Party, movimiento de extrema derecha,
está capitalizando todo el malestar del país, si bien hay mucha desilusión con el presidente
Obama, no se puede dejar que un candidato de este Tea Party lo reemplace en las elecciones del
próximo año. Aquí hay gente que participó en todas las manifestaciones anti Vietnam en su día,
en los 60-70, y recuerda lo que es manifestarse, algo que hay que reflotar hoy por hoy, porque
todos quieren un mundo más justo y más igualitario. Aquí hay cada vez más ricos y más pobres y
la clase media desapareciendo.

Todo esto me recuerda unos comentarios de Silo a un periodista de su ciudad, cuando hizo una
corta visita a Nueva York en los años 90. Al preguntarle *“¿_Qué le ha llamado más la atención
en su visita.”* Respondió, brevemente *“_ Dos cosas, los grandes edificios, que son como nuestras
montañas, en alusión a Los Andes, pero hechas de cemento y acero, y la extrema pobreza que
nunca había visto, como la de ciertos barrios. Aquí habrán graves complicaciones sociales con
seguridad.”*

¿Habrá llegado el momento?