Hizo hincapié en que *»una paz genuina sólo se logra entre israelíes y palestinos»*, y no *»con declaraciones en la ONU»*.
En último término, insistió Obama, que trata contrarreloj de desactivar el intento palestino, *»son los israelíes y los palestinos, no nosotros, quienes deben llegar a un acuerdo sobre las cuestiones que les dividen: las fronteras y la seguridad, los refugiados y Jerusalén»*.
En tanto, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, advirtió a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que una eventual pulseada en el Consejo de Seguridad de la ONU -donde Estados Unidos ya adelantó su veto- podría gatillar *»un ciclo de violencia en Medio Oriente»*.
Sin embargo, el mandatario galo propuso un estatuto *»intermedio de Estado observador»* para los palestinos, a quienes pidió que abandonen hasta dentro de un año su petición oficial al Consejo de Seguridad para convertirse en un miembro de pleno derecho.
El objetivo último, señaló Sarkozy, *»el reconocimiento mutuo de los dos países, establecidos sobre la base de las fronteras de 1967 con intercambio acordado de territorios equivalentes»*, una fórmula enunciada por Obama en mayo pasado, en su discurso sobre la situación en Medio Oriente.
*»Intentemos no ser diplomáticos por un día»*, dijo, tras pedir a los palestinos realismo, ya que el reconocimiento como Estado miembro no se puede conseguir ahora *»por falta de confianza de las partes»*.
La idea de Sarkozy es similar a la propiciada por el Cuarteto para Medio Oriente, integrado por la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y la OTAN, que negocia desde hace semanas una resolución en la Asamblea de menor peso político y una declaración con un calendario claro de negociaciones.
Bajo esta fórmula, Israel debería aceptar las fronteras anteriores a 1967 como base de futuras negociaciones, mientras que los palestinos deberían aceptar a Israel como Estado judío para luego alcanzar un acuerdo de paz definitivo.
El Cuarteto emitirá tal declaración, luego de lograr el compromiso palestino de que no se pedirá un rápido pronunciamiento del Consejo de Seguridad sobre la solicitud.
Asimismo, el plan del Cuarteto contempla permitir que Abbas presente de todos modos su solicitud formal ante el Consejo, a fin de evitarle al mandatario palestino el costo político de lo que sería una derrota diplomática que podría beneficiar además a su rival, el movimiento islamista Hamas.
En este contexto, la ANP *»dará algún tiempo»* al Consejo de Seguridad para que estudie la solicitud formal de adhesión que el viernes presentará ante el organismo multilateral, indicó hoy Nabil Shaath, uno de los principales negociadores palestinos.
*»Vamos a darle un tiempo al Consejo de Seguridad para que considere nuestra solicitud antes de ir ante la Asamblea General»*, dijo Shaath durante una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Poco después de pronunciar su discurso, Obama se reunió en la sede de la ONU con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ante quien destacó, al igual que ante los 193 miembros del organismo, los lazos *»inquebrantables»* entre ambos países.
En una breve aparición ante la prensa, en el marco de la entrevista, Obama volvió a rechazar las intenciones palestinas de lograr una adhesión plena a las Naciones Unidas porque y dijo que *»la paz no puede ser impuesta, tiene que ser negociada»*.
Luego recordó que *»el objetivo último es el de tener dos estados viviendo uno al lado del otro, en paz»*.
Netanyahu, por su lado, consideró un *»honor»* la promesa estadounidense de bloquear el reclamo palestino en la ONU e insistió en que el intento palestino *»fracasará»*.
El primer ministro israelí confía en que otros líderes sigan el ejemplo de Obama y apuesten por las negociaciones. *»Sé que estos líderes están sometidos a una gran presión»*, apuntó, según informó la agencia de noticias DPA.
Por la noche, Obama se reunió con Abbas en un nuevo intento de convencerlo de dejar de lado el reclamo que presentará el viernes, que además de empujar el veto estadounidense, pone a Washington en la contradictoria posición de apoyar la *»autodeterminación»* de Libia, Egipto y Túnez, mientras niega al Estado palestino.
Ninguno de los dos mandatarios hablaron con la prensa tras la reunión, pero fuentes diplomáticas afirmaron que el líder palestino reiteró ante el presidente norteamericano su intención de seguir adelante con el pedido de adhesión, informó la agencia de noticias ANSA.
En principio, Abbas entregará mañana una carta oficial al secretario general de la ONU en la que se pide la adhesión de Palestina como miembro de pleno derecho.
Ban Ki-moon tendrá que tramitarla ante el Consejo de Seguridad, para obtener luz verde de al menos nueve de sus 15 miembros, sin ninguna oposición de los cinco integrantes permanentes (Estado Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China), cosa que no sucederá ya que Washington anticipó el uso de su derecho a veto.
El ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riad Maliki, dijo ayer en Nueva York que seis miembros del Consejo de Seguridad (China, Rusia, Líbano, Sudáfrica, Brasil y la India) anunciaron su intención de votar a favor de la petición palestina, mientras esperan el pronunciamiento de Gabón, Nigeria y Bosnia-Herzegovina.
Los palestinos no tienen aun los nueve votos asegurados y tampoco quieren enfrentarse realmente a Washington. Lo más probable es que la ANP traslade su petición a la Asamblea General, donde tiene ya a favor 126 votos de un total de 193.
Palestina obtendría así un estatus parecido al del Vaticano, estado observador sin derecho a voto, la solución que respaldó en su intervención hoy el presidente francés.