Este diputado, acogiéndose al reglamento, termina por ser el
único que se queda en el hemiciclo, pues los demás diputados de izquierda
y algún otro se retira del recinto en acto de sonada protesta. De
modo que unos partidos se retiran y los llamados nacionalistas votaron con
un no, o se abstuvieron. Para los promotores de la medida, es un éxito y para
los demás un asalto a la democracia. Los sindicatos por su lado se oponen
fuertemente, y como lo califica la UGT se *“ha escorado la constitución, se ha
roto el consenso que había desde los comienzos de la etapa democrática.
Se ha escorado hacia la derecha”* insiste el orador, es decir, como una
embarcación que se tambalea, queda ladeada, inclinada por la fuerza, hacia
ese lado… (lectura que hacen muchos sectores, tanto este país, como la UE,
en general, se hacen neoliberales, de derechas, lo cual provoca que a los
sectores más populares –inconsultos, siempre – no les quede otra que marchar
por la calle y, como no, ir a la protesta y a la huelga, cosa que contempla el
sector docente, entre otros).

Los indignados, que aglutinan a muchos más que el Movimiento 15-M a juzgar
por pancartas y banderas que se portan en la marcha, se manifiestan lo más
cerca posible del Congreso, que está blindado por fuerte cordón policial. –
Quienes, cabe mencionar, han ido hasta Bruselas a pedir *‘un protocolo
actualizado de actuación’* pues no pueden actuar contra quienes marchan y
protestan convocados por redes sociales, algo tan super moderno que no
consta en los códigos policiales de acción…-

**Marcha del viernes**
Luego los manifestantes realizan su asamblea habitual para seguir fijando su
estrategia. Cumpliendo con su dupla de acción: marcha por el día, asamblea
por la tarde-noche.