Luis era entonces un joven estudiante de 18 años, pero ya venía participando desde hacía más de
un año y con ese entusiasmo juvenil realizó viajes a Chile, Brasil y también dentro de Argentina,
llevando a cabo los trabajos encomendados en ese tiempo.

Fue en la década del 80 cuando se comienzan a organizar los Partidos Humanistas en todos los
países y Luis cumple una función de fundador junto a otros amigos a nivel provincial y nacional.
Fue presidente y secretario general del PH desde 1984 a 1990.

Un anhelo personal que lo movilizaba profundamente era realizar un efecto demostración de
transformación personal y social profunda en el medio más próximo como el barrio o comuna para
que, desde ahí, se pudiera influir a nivel provincial y nacional.

Para ese entonces Luis comienza a tener una capacitación especial en torno a estos temas
donde canaliza su vocación universitaria por lo político y social continuando una sólida formación
que va a volcar en el Partido Humanista y más adelante en la producción del primer
periódico mensual de Mendoza llamado *»El Activo»*, especializado en la temática político – social de
la provincia con visión humanista.

Casado con Yenny Merino, tuvo tres hijos: Paul, María Celeste y Mariana.

Era muy común llegar a la terminal de ómnibus en Mendoza dónde Luis tenía una panadería y
además hacía el acopio de la información política y social que llegaba de Chile, del resto del país y
de la provincia que él diligentemente estudiaba, recopilaba e ideologizaba lo que acontecía en la
región y el mundo, conocimiento que compartía solidariamente con quienes circulábamos por el
lugar.

Dentro de los privilegios que tuvo Luis fue contar con las reiteradas visitas del Maestro Silo a su
casa. Doy mi testimonio que pude compartir, gracias a la generosidad de Luis de invitarme cuando tenía alguna señal
de que Silo iba a pasar por su casa. En estas ocasionales visitas pude compartir las explicaciones preliminares
del libro de Silo: *“Experiencias Guiadas”* y también el prólogo de otro llamado *“Mitos Raíces
Universales”*, además de escuchar numerosos futuribles en el campo social y humano
que mientras las oía, en el presente, me parecía difícil de imaginar que eso mismo iba a
ocurrir…. Hoy puedo decir con total certeza que aquellos pronósticos fueron adelantadísimos a la
época.

Otros de los privilegios que compartí con mi camarada y amigo fue la invitación que nos hizo el Maestro Silo a
su casa cuando nos reprodujo los estudios realizados en Corfú en el año 74. En ese entonces
Luis llegaba como buen panadero, con enormes bolsas de tortitas que al Maestro le gustaban
muchísimo acompañadas con buen café, mientras escuchábamos la risueña exposición de Silo
sobre su doctrina y de fondo se oía el crujir de los leños en la estufa de la sala.

Con el tiempo se fueron organizando otros organismos del Movimiento, y Luis en su época más
reciente participó del Centro de Estudios Humanistas, su enfermedad lo alcanzó mientras hacía un
aporte en el tema del *”Racionalismo y su influencia en el pensamiento actual”*.

Para quienes tuvimos la oportunidad de ser amigos y camaradas de Luis sabemos que fue comprometido, estudioso y bondadoso.

Finalmente descubrí al amigo Maestro.. en estos días de junio de 2011 cuando lo escuche hablar
de su enfermedad
Luis, con total lucidez, serenidad y compromiso con su existencia se planteaba la posibilidad de mejoría
con un tratamiento médico o de ir hacia los espacios profundos y sagrados tal cual lo plantea Silo
en su Mensaje Trascendental.
…y ahí mientras nos unía un silencio cómplice, registré que al amigo, camarada y Maestro Luis nada malo le podía ocurrir.