Grupos de defensa de derechos humanos afirman que el régimen del Presidente Bashir al-Assad intensificó su campaña de represión violenta con incursiones militares más frecuentes, asesinatos planificados de líderes de las protestas y miles de detenciones.
Las Naciones Unidas estiman que en los últimos tres meses murieron por lo menos 2.200 personas. En las Naciones Unidas, la embajadora estadounidense Susan Rice exhortó a dar una nueva amonestación internacional al gobierno de Assad.
Rice dijo: *»Ya es tiempo de una firme resolución que contenga medidas significativas para aumentar la presión sobre el régimen de Assad. Y estamos trabajando con socios de Europa y de otras partes para llegar al final. Creemos que hay una base sólida de apoyo para medidas adicionales. Todavía no hay unanimidad y obviamente hay algunos países que prefieren ir despacio con respecto a determinadas medidas»*.