Una profunda reflexión sobre los medios para la no violencia fue el eje central de la charla dictada el pasado lunes 8 de agosto por el reconocido monje budista, procedente de Lhasa, capital del Tíbet, Geshe Ngawang Sherap.

En una invitación abierta al público y aprovechando su visita a Chile, el Phd en Psicología y Filosofía budista, explicó que el principio de la no violencia está determinado por la necesidad de reconocer y comprender primero que todo la violencia, pues *“no podemos conseguir la no violencia si no entendemos de donde
proviene la agresividad en la sociedad”*, señaló.

Para el monje, los actos violentos se originan por la insatisfacción y desde allí germina
la rabia que se manifiesta en acciones violentas; destacando que la frustración se
produce al no ser capaces de controlar nuestros deseos.

Esto último tiene directa relación con la sociedad de mercado actual, en donde se
potencia el consumo material, desvirtuando los conceptos de necesidad (aquello
imprescindible para vivir como el alimento, aire, etc.) frente a los deseos que estos
productos nos provocan.

Aprender a controlar estos deseos sería, según el monje budista tibetano, la clave para manejar y suprimir las insatisfacciones que, en definitiva, provocan la violencia.

Para el Geshe, el budismo proporciona las herramientas para aprender a ser felices,
algo que todos los hombres buscan en la vida. Es por ello, que desde hace un tiempo
se dedica a recorrer el mundo para tener este tipo de conversaciones, en donde pueda
mostrar las claves y para quienes buscan promover una sociedad pacífica.

Tomás Hirsch, uno de los impulsores de la nueva Casa de la Cultura destacó: *“fue
una experiencia total porque todos vivenciamos este sentimiento de violencia y de
aspiración a la no violencia; nos permitió a todos realizar un recorrido por el mundo
interno”*.

En un inglés con un marcado acento oriental por su procedencia China, el Geshe
expresó la idea de la interdependencia entre las personas y los pueblos.

En esta idea *“si cada uno logra superar el sufrimiento y convertirse en un ser pacífico,
todo su entorno se beneficia, se contagia”*.

Fernando García, uno de los organizadores del evento, valoró la coincidencia de tener
al Geshe en el país y poder contar con su presencia, calificándola de *“una verdadera
sincronía para cargar este proyecto de la casa de la cultura, la cual está orientada a
potenciar ciertos valores como la no violencia”*.

La charla del Geshe conmovió a los asistentes y permitió la reflexión justo en días de
gran agitación social en Chile.

La actividad fue todo un éxito según Hirsch, quien también es parte del proyecto
cultural, y señaló que *“a pesar de parecer un consejo tan lejano, por provenir del
Tíbet, las palabras del maestro logran un completo sentido en nuestra actualidad tanto
nacional como personal”*.

El monje budista retornó al Tíbet tras la conversación en la casa cultural.
Los asistentes agradecieron la posibilidad de recibir el mensaje de Gesha, quien
respondió además sus preguntas.

El evento está inmerso en una serie de actividades para la promoción de la no violencia,
en exposición en la Biblioteca de Santiago, ubicada en Matucana 151, Metro Quinta
Normal.