Pero como es época de
cuestionamiento y reclamos ha surgido la oposición a esta manifestación religiosa
proponiendo otra celebración simultánea paralela a modo de marcha de laicos. Han
hecho un itinerario que obviamente llega a Sol pero las autoridades se opusieron. La
manifestación pasaría por el corazón de la ciudad en plenas jornadas ‘JMJ’, como se
han denominado, convocada para el 17 de agosto y es a manifestarse por
la ‘aconfesionalidad del Estado’. Se dio un pulso con el recorrido propuesto por las
autoridades que es ir por otro barrio, pues que no, los convocantes dicen que de eso
nada, que siguen el trazado original.

Los organizadores, como Europa Laica, Redes
Cristianas y Asociación de Ateos y Librepensadores (Amal) de Madrid, afirman que *“El
paso de la marcha por la Puerta del Sol es irrenunciable después de haberla abierto a
las asambleas del Movimiento 15-M, que también se suma a la marcha laica (y
elabora un texto de su postura)”*. El gobierno aunque insistió aludiendo en que en ese
momento y lugar miles de fieles estarán celebrando precisamente lo contrario, ha
permitido el recorrido en un acuerdo mostrando una actitud *’tolerante y respetable’*
según los organizadores de la marcha simultánea a unos actos de una fe confesional.

Además, es para el día anterior a dicha llegada del Papa y cuando la organización de
las jornadas JMJ prevén diversas actividades para el posible millón y medio de
peregrinos previsto de participar. Por ello, lo consideran una incitación al choque de
intereses, o como alguna prensa lo tilda, de *’ofensiva anticlerical’*.

La citada
organización Amal ya promovió, junto a otras asociaciones laicistas, la *’procesión
atea’*, con el *’bus ateo’*, nada menos, para el jueves de la semana santa pasada,
recibiendo por ello diversas denuncias de distintos colectivos confesionales
(recordemos que incluso se propuso llamar de otro modo a dicha semana y
no *’santa’*).

La marcha laica, que el gobierno local había pedido que elija otras fechas,
quiere hacer una protesta contra el gasto de varios millones que se hará para dicha
celebración y el *’boato’* católico, excesivo ante la mirada laica.

El enorme despliegue de fuerzas de seguridad, de unos 10000 agentes es parte de
este gasto que no quieren recaiga en los contribuyentes. El concepto mismo del
gasto del evento no parece ser del agrado de los manifestantes, como dice una de
ellos :*“Con lo que se necesita ahora cubrir el hambre de Somalia, esto no viene a
cuento, se lo dice una hasta ayer católica”*.

El afiche de esta marcha, para el 17 de agosto próximo, es muy claro, dice:
*“De mis impuestos, al Papa, cero.
No a la visita financiada con el dinero de todos.
Separar el Poder Civil, de las religiones
Defensa de los derechos democráticos, frente a la injerencia confesional.
Por un estado Laico.”*

De modo que surge una no poco marcada confrontación ideológica en todo esto,
ante lo cual, los católicos afirman que *’las críticas nos vienen bien para impulsarnos a
mejorar cada vez’*.

Así que acuerdo no parece que habrá.
Pareciera que corren tiempos de reproches y revisión de la inercia de una fe
establecida.

Estas manifestaciones vienen de tiempo atrás cuando, por ej., a principios de enero
del 2009, la mencionada asociación Amal puso a la vista en varios autobuses de
recorrido público el eslogan:
*“Dios probablemente no exista, deja de preocuparte y disfruta de la vida”*. Lo que fue
contestado por los creyentes – no sin interpretarlo como un *’ataque’* a su confesión-
*“Dios si existe”*. Cosa que había empezado previamente en Londres donde estas manifestaciones en pro de lo laico ya habían comenzado, como lo explicaba
un portavoz *’por el derecho a no creer en religión alguna y no recibir la constante
injerencia de sus propuestas’*.

Por otra parte, a nadie se le escapa que este evento es aprovechado como una
suerte de pre-campaña electoral por el partido de la oposición y es consentido por el
Gobierno actual, siendo un acto de afirmación de los valores y dogmas de la Iglesia
Católica, ante la perplejidad de la izquierda tradicional. Eso es.
Podemos concluir reflexionando que si se defiende la igualdad de trato para todas
las religiones y creencias, incluido (por supuesto) el ateísmo, estamos mostrando un
respeto absoluto por la experiencia personal y el derecho a expresarla, en relación con
el sentido, la trascendencia y los valores personales y culturales.
Estos son épocas de mestizaje, son tiempos de agitación espiritual e intelectual, son
tiempos de cambio y de cuestionamiento del orden establecido. Y esto, que es motivo
de preocupación para algunos, es, para otros, motivo de gran satisfacción, porque
supone cambios. Y eso es bueno.