Según las autoridades británicas el servicio de mensajería instantánea de los smartphones, BlackBerry Messenger (BBM), ha sido utilizado como medio de comunicación entre los agitadores. Su sistema, que utiliza Internet más que la red telefónica y que requiere de una autentificación de usuario, dificulta la interceptación de los mensajes. Para que sorteara esta dificultad, RIM proporcionó a Scotland Yard la información personal de varios usuarios de sus smartphones, sin una verdadera consideración de la protección de datos personales. “Nos hemos comprometido con las autoridades para ayudarles en todo lo que podamos», declaró la empresa en Twitter («we have engaged with the autorities to assist in any way we can»). https://twitter.com/#!/UK_BlackBerry/status/100568526640787456
¿Cuáles serán las consecuencias que tendrá esta cooperación en el respeto de la vida privada de los usuarios de BlackBerry y su derecho a intercambiar información libremente, sin control ni obstáculos? Si tras esta transmisión de datos se llevan a cabo detenciones, convendrá interrogarse por la validez de las pruebas proporcionadas y la legalidad de su adquisición. Reporteros sin Fronteras también teme una eventual violación del habeas corpus.
Lejos de subestimar la situación actual del Reino Unido y la urgencia de restablecer el orden, Reporteros sin Fronteras considera que proporcionar los datos personales a la policía constituye un precedente preocupante en un país occidental; podría haber consecuencias importantes en términos de ejemplo respecto a otros regímenes.
La organización está sorprendida por algunas declaraciones efectuadas por políticos británicos. David Lammy, político de Tottenham, incluso pidió a BlackBerry que reflexionara en la posibilidad de suspender sus servicios de mensajería (http://www.theregister.co.uk/2011/08/09/bbm_suspension/). Una sugerencia sorprendente en un Estado de Derecho, pero también de importantes consecuencias: los riesgos de acciones liberticidas son más reales.
Finalmente, ponemos en guardia a las autoridades británicas para impedir toda medida encaminada a cerrar o restringir de manera drástica el uso de las redes sociales, en especial de Facebook y Twitter.
La organización ve con muy malos ojos la declaración hecha por el primer ministro, David Cameron, según la cual las grandes cadenas de televisión tienen la responsabilidad de proporcionar a la policía sus grabaciones de las revueltas, lo que haría de la prensa un auxiliar de las fuerzas del orden, poniendo gravemente en peligro su independencia http://www.guardian.co.uk/media/2011/aug/11/david-cameron-rioters-social-media
A menudo RIM ha padecido presiones de los gobiernos. La empresa ha cedido ya varias veces a ultimatums de Estados represivos que piden el filtraje de ciertos sitios, tener acceso a los datos de los usuarios de smartphones o la censura de servicios encriptados. Así, la compañía canadiense ha accedido a peticiones de los Emiratos Árabes Unidos y de Arabia Saudita. Reporteros sin Fronteras está preocupada por el hecho de que el Reino Unido ejerza a su vez presión sobre una empresa de telecomunicaciones.
Los Emiratos Árabes Unidos ya han impuesto sus reglas a los fabricantes de smartphones: desde el 1 de mayo, BES, que transmite los mensajes a través de servidores ubicados en el extranjero, se encuentra bloqueado en el reino. En Arabia Saudita, para resolver el problema de acceso, las autoridades prefirieron pedir la instalación de un servidor en el país, al que tendrán acceso bajo orden judicial.
Reporteros sin Fronteras pide a RIM que lleve a cabo una verdadera reflexión sobre su responsabilidad social, en colaboración con las organizaciones de defensa de las libertades. La organización también llama a los políticos británicos a que demuestren la mayor prudencia sobre el eventual control o la suspensión de los servicios de smartphones, y pide que desistan de la política de recabación de datos privados sin una orden judicial previa.