La iniciativa de
desobediencia civil sorprendió positivamente a la ciudadanía chilena, que ha
reconocido en este movimiento estudiantil, una nueva inspiración creativa que han
asumido los estudiantes como forma de manifestación.

La idea surgió de un grupo de estudiantes de teatro de la Universidad de Chile que
al no congeniar en una idea de protesta, de manera improvisada fueron a correr
al palacio de gobierno. Fue así como esta decisión acaparó la atención de los
santiaguinos, que al verlos correr con una bandera oscura que decía “Educación
gratuita ahora”, los aplaudieron y les tocaron bocinazos espontáneos en señal de
apoyo. Finalmente, estipularon cumplir como meta 1800 horas corriendo.

¿Por qué 1800 horas? Según un informe de la Universidad de Playa Ancha,
considerando a 300.000 estudiantes en la educación superior tradicional, se
necesitarían 1.800 millones de dólares para cubrir los costos, es decir, un tercio de
lo que se está gastando en las fuerzas armadas.

Los jóvenes invitan a todos los chilenos que quieran expresarse a favor de la
educación pública, no importando su edad, ni condición socioeconómica, a
participar alegremente en lo que queda por correr. El 27 de agosto concluye la
actividad.

La iniciativa se promueve a través de las redes sociales y hoy cuentan con más de
10.000 amigos en Facebook.

¡La no violencia activa es la energía que cambiará al mundo!

Promueve, difunde y comparte esta actividad:

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