El abogado de derechos humanos Haitham al Maleh, que denunció como *»fascista»* el régimen de Assad, afirmó que desde que comenzaron las protestas murieron en Siria 2.000 personas, más de 15.000 fueron detenidas y otras tantas huyeron del país.
La organización opositora tenía previsto realizar dos reuniones paralelas, una en Turquía y otra en Siria, pero la de Damasco no se celebró a raíz de que ayer murieran 14 personas en el barrio de Qabun, cerca del lugar donde iba a tener lugar el encuentro.
Los activistas se unieron al diálogo de Estambul a través del teléfono y de Internet.
*»El régimen no puede robarnos nuestra libertad»*, afirmó Al Maleh, preso político hasta que en marzo pasado se benefició de una amnistía del gobierno de Assad.
Mientras tanto, el grupo Organización Nacional de Derechos Humanos denunció que ayer la violenta represión con munición real contra las protestas en toda Siria, dejó un saldo de 41 muertos.
La jornada había sido bautizada como *»Viernes por la Libertad de los Prisioneros»* en memoria de los detenidos por protestar contra el régimen de Assad.
La organización señaló que sólo en la capital y sus alrededores, hubo 27 muertos, pero además hubo víctimas mortales en las ciudades de Homs e Idlib, en el norte, y en Dera`a, en el sur.
Mientras tanto, la agencia oficial SANA informó que 12 civiles y miembros de las fuerzas de seguridad murieron a causa de la acción de grupos armados *»que abrieron fuego durante las reuniones de los civiles tras las oraciones de los viernes»*.
Más de un millón de sirios participaron en las manifestaciones de ayer, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los grupos de derechos humanos denuncian que desde mediados de marzo murieron más de 1.440 civiles y 350 miembros de las fuerzas de seguridad a causa de la represión de las protestas.
El gobierno lo niega y acusa a *»bandas armadas»* y conspiradores extranjeros de ser los instigadores de las manifestaciones.