Hace un año los medios se hacían eco de un hecho que fue calificado como “histórico” por gran
parte de la población. Entre celebraciones y ante la expectativa popular el Senado aprobaba el
proyecto de ley que establece la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan casarse,
en las mismas condiciones que lo hacen parejas heterosexuales.
Fueron 14 horas de sesión
prácticamente ininterrumpida las que se sucedieron. Luego de meses de discusión en las distintas
comisiones, campañas de la comunidad homosexual y posiciones encontradas, el Senado aprobó
el proyecto de ley que establece la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan casarse
en las mismas condiciones que las heterosexuales.
De ese modo -y con la publicación algunos días después del decreto 1054/2010 que promulgaba
la Ley 26.618.- finalmente quedaba modificado el Código Civil para permitir el matrimonio entre
las personas del mismo sexo. Particularmente, la votación registró 33 senadores a favor del
matrimonio igualitario, 27 en contra y tres abstenciones
Argentina se convirtió entonces en el primer país de Latinoamérica en ofrecer matrimonio
igualitario. Durante este primer año han sido varios los obstáculos que han debido
enfrentar los matrimonios igualitarios, como por ejemplo el reconocimiento o la adopción
de los hijos de uno de los miembros de la pareja. Algunos jueces se negaron a realizar la
boda alegando principios éticos o morales.