En Etiopía, los campos de refugiados de emergencia abrieron hace pocas semanas y ya están con su capacidad colmada. Una refugiada somalí de nombre Safiala llegó a un campo de Etiopía hace una semana con siete niños. Les llevó días llegar hasta allí. En el camino fueron golpeados por la tragedia.
Safiala Abdullahi, refugiada somalí, relató: *“Me enfermé por el camino y por lo tanto el niño no tenía qué comer porque yo no tenía leche para amamantarlo, y por eso murió de hambre y deshidratación. Le pedimos a gente que pasaba que nos ayudara a cavar la tumba. Enterramos al niño y seguimos”*.
Antonio Guterres, el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, declaró: *“Nos rompe el corazón que las madres nos cuenten que después de haber caminado durante días para estar seguras perdieron a sus hijos por el camino, ver que los niños que mueren, que los médicos no pueden dar respuesta a la situación porque es demasiado tarde y que tenemos tanto para hacer”*.