Sam Coleman, docente de tercer año de una escuela pública de Brooklyn, dijo:
*“Estoy aquí hoy para hacerle saber al ayuntamiento, al alcalde, que estos recortes al presupuesto y los despidos que están proponiendo son totalmente inaceptables. Yo enseño en un barrio con pocos recursos, mayoritariamente de inmigrantes, y mi escuela va a perder fondos, eso eliminará los programas fuera del horario escolar, eliminará todos los programas, eliminará los materiales que tanto necesitamos y hará que los docentes sean despedidos. Y mi mensaje para el alcalde es muy simple: usted puede encontrar el dinero. Hay muchísimos neoyorquinos ricos que no pagan suficientes impuestos y los ingresos están ahí, el dinero está ahí. Y nuestras escuelas necesitan el dinero y usted no puede balancear este presupuesto a costa de nuestros niños, nuestros padres y nuestros docentes”*.

Más de cien miembros del grupo Neoyorquinos contra los Recortes Presupuestarios armaron un campamento cerca del ayuntamiento y prometieron permanecer allí hasta que Bloomberg revierta sus propuestas.

Los activistas nombraron a este campamento “Bloombergville”, lo que recuerda a Hooverville, el conocido nombre de las villas miseria de las personas sin hogar durante la Gran Depresión.