Mientras el FMI, el cual dirige el acusado, guarda mutismo y pone a trabajar a sus abogados, en el Partido Socialista francés lamentan los hechos y llaman al respeto de *“la presunción de inocencia”*. La interna partidista parecía estar condenada a la victoria del sexagenario nacido en Neuilly-sur-Seine, barriada chic al sudoeste de Paris. Ni Segolène Royal, ni Martine Aubry (sus principales contendientes) han denigrado al economista, evitando de este modo que el escándalo salpique a todo el partido.
Marine Le Pen, líder del Frente Nacional, partido de ideología de extrema derecha, ha aprovechado la oportunidad para desacreditar a su oponente y de paso quitarse del medio al único candidato que aparecía por encima de ella en todas las encuestas. Si bien las elecciones serán en el 2012, el ambiente preelectoral ya está en marcha y cada partido busca sus fórmulas.
El plazo para que Strauss-Kahn confirmara sus intenciones políticas finaliza el 28 de junio, será muy difícil que este asunto se resuelva indubitablemente antes de esa fecha, así que el peligro de dejarlo fuera de carrera presidencial es un hecho incontestable.
Nicolás Sarkozy no ha hecho declaraciones al respecto y no está previsto que lo haga en las próximas horas. Es importante recordar que el presidente francés dio su apoyo al economista para que accediera al cargo de Director Gerente del Fondo Monetario Internacional.
Michelle Saban, una de sus aliadas políticas, ha manifestado su certeza de que se trata de *“un complot internacional”*, aprovechando su punto vulnerable, *“su seducción”*. Lo que olvida la vicepresidente del Consejo Regional de Ile-de-France es que en 2008 DSK vivió acusaciones de abuso sexual, en lo que luego fue estimado como *“una aventura de una noche”* con la subordinada Piroska Nagy, quien trabajaba en el Departamento África del FMI.
Anne Sinclair, mujer del imputado y ex presentadora televisiva, lo perdonó en aquello ocasión y *“no se cree ni por un segundo las acusaciones”* llegadas desde los Estados Unidos.
Lo peligroso de toda esta cruzada moralista es que se juzga a Dominique Strauss-Kahn por sus escándalos sexuales o por su desfachatada opulencia y no por sus acciones políticas. Un poco como sucede con Silvio Berlusconi que hablando de sus 30 casas o sus fiestas con prostitutas menores de edad se elude la discusión sobre las decisiones políticas que perjudican a la mayoría de los electores.
DSK fue lobbysta de las patronales francesas, consejero de Alcatel, EDF, COGEMA o ELF entre otras. Y en su etapa como ministro de Lionel Jospin ha sido considerado como *“El más grande privatizador”* (Les Echos 03/11/99), siendo protagonista de las privatizaciones de Air France, France Telecom, Credit Lyonnais y los fondos de pensiones entre otros.
Considerado *“el salvador de los países en quiebra”* por la revista Le Point, queda por verse cómo se salvará en esta ocasión y si no utiliza una maniobra de victimización para buscar de sacar rédito político de este escándalo.
**DSK fuera del PS**
El Movimiento Político de Educación Popular (M’PEP) ha creado una petición en línea: [www.m-pep.org](www.m-pep.org), para excluir a Pascal Lemy y a Dominique Strauss-Kahn del Partido Socialista. *“No se puede ser de izquierda y dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC) o el FMI, pilares del orden neoliberal mundial. Hay que elegir. Tanto Lemy como Strauss-Kahn eligieron ponerse al servicio del ultraliberalismo. El Partido Socialista también debe elegir: o renuncia definitivamente a representar a la izquierda o excluye a estos dos personajes del seno de su partido”*.