Sin embargo, el objetivo del ejército sirio no era otro que *»restablecer la calma y la seguridad en respuesta a las llamadas de socorro lanzadas por los habitantes que pidieron su intervención para poner fin a los actos de sabotaje y de asesinato cometidos por grupos terroristas extremistas»*, anunció una fuente militar, que dio cuenta de *»muertos y heridos»* en ambos bandos.
En la primera señal hasta la fecha de una respuesta contundente contra la represión que ha causado ya unos 390 muertos desde el 15 de marzo, Estados Unidos evalúa aprobar *»sanciones selectivas»* contra las autoridades sirias.
En la ONU, varios países europeos (Francia, Gran Bretaña, Alemania y Portugal) intentan que el Consejo de Seguridad condene la matanza de cientos de manifestantes en Siria y piden una investigación independiente, dijeron diplomáticos este lunes.
Al día siguiente de una jornada de calma en Deraa, *»más de 3.000″* miembros de las fuerzas de seguridad, apoyados por tanques entraron en esta ciudad agrícola de 75.000 habitantes, según militantes pro derechos humanos contactados por la AFP.
*»Los hombres disparan en todas direcciones y avanzan detrás de los blindados, que los protegen»*, declaró por teléfono a la oficina de la AFP en Nicosia el activista Abdalá Al Harriri.
*»Al menos 25 mártires han caído, muertos por los disparos y el bombardeo con artillería pesada»*, denunció otro activista, Abdalá Abazid, en comunicación telefónica con la AFP, añadiendo que aún hay cadáveres en las calles.
Según estas fuentes, la ciudad estaba sometida este lunes por la tarde a *»un bombardeo intensivo con artillería pesada y con metralletas»*, ya que también había francotiradores en los tejados.
Con estos ya son 386 los muertos en Siria desde el inicio del movimiento de protesta el 15 de marzo, según cifras compiladas por la AFP.
*»Los minaretes de las mezquitas hacen llamados de socorro. Las fuerzas de seguridad han entrado en las casas. Hay un toque de queda y disparan contra quienes salen de sus hogares. Incluso han disparado a las reservas de agua que hay sobre los techos, para dejar a la gente sin agua»*, indicó un testigo poco antes.
Según otro militante, *»la electricidad está cortada y las comunicaciones telefónicas son casi imposibles»*.
La represión del movimiento de protesta suscitó una enérgica condena de la ONU.
*»Las fuerzas de seguridad deben detener inmediatamente los disparos con balas reales contra los manifestantes»*, indicó en un comunicado la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, quien también reclamó *»abrir una investigación exhaustiva e independiente sobre las matanzas (…) y llevar a sus autores ante la justicia»*.
Tras el inicio de la intervención en Deraa, situada a pocos kilómetros de Jordania, *»Siria cerró sus fronteras terrestres con Jordania»*, anunció el ministro jordano de Información, Taher Aduan. Siria aseguró que todas sus fronteras están abiertas.
Según los activistas, los servicios de seguridad estaban interviniendo también en Duma, a 15 km al norte de Damasco, y en Muadamiyeh, en las afueras de la capital.
En Banias (noroeste), se están lanzando *»llamados a la manifestación desde las mezquitas»* en solidaridad con los habitantes de Deraa, según otro activista.
Por otro lado, las fuerzas del orden mataron el domingo a 13 personas en Jable, cerca de Latakia (noroeste), indicó este lunes un militante de los derechos humanos a la AFP.
En paralelo, los servicios de seguridad han efectuado una ola de arrestos en las filas de los opositores al régimen en diversas ciudades del país.
Wisam Tarif, que dirige un grupo sirio de defensa de los derechos humanos llamado Insan y con sede en Sevilla (España), indicó el domingo que 221 personas están desaparecidas desde la mañana del viernes.
La ofensiva contra el movimiento de protesta se produce pocos días después de la derogación del estado de emergencia y de los tribunales de excepción, dos demandas de los manifestantes, que piden la caída del régimen del presidente Bashar al Asad.