En Ibb, al sur de Saná, siete manifestantes resultaron heridos por balas y más de veinte afectados por los gases lacrimógenos.
Los manifestantes incendiaron el automóvil de un hombre armado, que disparó contra la multitud, según los participantes.
En Taez, más al suroeste, tres personas quedaron heridas por balas y decenas sufren problemas respiratorios cuando las fuerzas de seguridad y el ejército dispararon y lanzaron granadas lacrimógenas para dispersar una manifestación, según los manifestantes.
Un camarógrafo de la televisión Al Arabiya, cadena de capitales saudíes con sede en Dubái, Mahmud Taha, afirmó a la AFP haber sido brevemente detenido en Taez por las fuerzas de seguridad que lo golpearon y le confiscaron la cámara y su teléfono móvil antes de liberarlo.
También hubo manifestaciones en Hodeida, en el mar Rojo, y en Mukalla, en el sureste de Yemen.
En Hodeida, una unidad de la Guardia Republicana, dirigida por un hijo del jefe del Estado, cercaba desde el domingo la base aérea de la ciudad bajo el mando de Ahmed Sanhani, un oficial que recientemente anunció su apoyo a los manifestantes, según los habitantes.
En Saná, miles de maestros y maestras organizaron una marcha hacia el ministerio de Educación para reclamar la salida del presidente Saleh, informó un corresponsal de la AFP.
En Taez, segunda mayor ciudad de Yemen, a 200 km de Saná, las fuerzas gubernamentales, masivamente desplegadas, intervinieron para bloquear el avance de los manifestantes en un barrio del sureste, según testigos.
*»No habrá descanso mientras el verdugo no haya sido juzgado»*, repitieron los manifestantes en Taez donde las fuerzas de seguridad habían instalado bloques de concreto en las principales arterias que llevan a la sede del gobernador.
Vehículos blindados militares habían sido desplegados.
Los manifestantes arrancaron los retratos del jefe del Estado, en una campaña para *»limpiar la ciudad de las fotos del presidente»* instaladas en las grandes plazas y los edificios públicos.
Los manifestantes reiteraron su rechazo al plan de las monarquías del Golfo que prevé la salida, dentro de algunas semanas, pero con garantías de inmunidad, del presidente Saleh, que fue aceptado por el régimen y bajo condiciones por la oposición parlamentaria.
Banderas bahreiníes aparecieron el lunes durante la manifestación en Taez en solidaridad, según los participantes, con los manifestantes de Bahréin, cuyo movimiento fue aplastado a mediados de marzo por las autoridades de Manama con la ayuda de otras monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
A pesar de la aceptación por su partido del plan del CCG, Saleh reiteró que *»un cambio de régimen pasaría por las urnas»*, según la BBC.