*»Pensamos que hay informaciones creíbles sobre el hecho de que Irán ayuda a Siria a reprimir a los manifestantes»*, declaró Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.
*»Si Siria acude a Irán para pedir ayuda, no puede hablar seriamente de reformas»*, añadió.
*»Las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado no tienen fundamento»*, respondió a la AFP un responsable de la cancillería siria. *»Si el Departamento de Estado tiene pruebas, que las dé»*, remachó.
Los embajadores de España, Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña en Siria manifestaron este jueves su inquietud al ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, por la escalada de violencia en el país.
Los diplomáticos *»condenaron el uso de la fuerza por parte de los servicios de seguridad contra manifestantes pacifistas»* y *»llamaron de nuevo al gobierno sirio a responder a las demandas legítimas de la población siria, y a emprender reformas políticas creíbles»*.
La Comisión Europea, por su lado, descartó firmar por ahora un acuerdo de asociación con Siria que incluye ayudas, ya que la situación en el país árabe *»suscita una gran preocupación»*.
Los países occidentales ejercían esta presión el mismo día que se formó en Siria un nuevo gobierno, dirigido por el primer ministro Adel Safar.
El nuevo ejecutivo afronta la misión de, entre otras cosas, levantar la ley de emergencia en vigor desde 1963, liberalizar la prensa e instaurar un cierto pluralismo político.
Los titulares de los principales ministerios, entre ellos el de Defensa Ali Habib, el de Relaciones Exteriores Walid Muallem y el del Petróleo Sufian Allau se mantienen en sus cargos.
El anterior gobierno, dirigido desde 2003 por Mohamad Naji Otri, presentó su dimisión el 29 de marzo.
En otra medida destinada a calmar la calle, el presidente Bashar al Asad decidió según la televisión pública *»liberar a todos los detenidos en los recientes acontecimientos, exceptuados aquellos que cometieron actos criminales contra la patria y los ciudadanos»*. La cadena oficial no precisó el número de personas que quedarán en libertad.
Las manifestaciones, que comenzaron el 15 de marzo, fueron violentamente reprimidas por las fuerzas del orden, que mataron al menos a 200 personas, según Amnistía Internacional. Las autoridades imputan la violencia a *»bandas armadas»* o *»criminales»*.
Sobre el terreno, un soldado murió y otro resultó herido en Banias (noroeste) cuando unos francotiradores dispararon contra su patrulla, informó la agencia oficial Sana.
Antes del suceso, las autoridades y los habitantes de Banias alcanzaron un acuerdo que permite la entrada del ejército en esta ciudad para restablecer el orden, según Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Según él, en el marco de ese acuerdo, cientos de personas detenidas recientemente fueron liberadas. Algunas de ellas dijeron que han sido *»torturadas»*.
Las manifestaciones se extendieron este jueves a la región drusa de Siria, en el sur del país. Unas 150 personas pidieron más libertades públicas en la localidad de Sueida, indicó a la AFP un militante político.
Para este viernes se han convocado, a través de Facebook, nuevas manifestaciones en todo el país.