Este lunes hubo pánico y luego múltiples especulaciones, tras que un responsable de la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio, TEPCO, informara que el agua de mar en las adyacencias de uno de los reactores de Fukushima contenía 10 millones de veces más radioactividad que la norma. Poco después, la compañía ofreció sus disculpas ya que la cifra tenía que ser 1.150 veces por encima de los máximos permitidos. El reconocimiento de la existencia de plutonio en el complejo de Fukushima también ha encendido las alarmas y la suspicacia de muchos.
**Verdad sobre lo que se sabe**
Rafael Grossi es Jefe de Gabinete de la Organización Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena. Ante la consulta de Radio Nederland si se estaba conociendo toda la verdad de lo que estaba ocurriendo en Japón dijo que *“sí, se conoce toda la verdad, lo que pasa que se trata de una situación sumamente compleja y de un accidente industrial de una enorme complejidad. Por lo tanto, eso no significa que sepamos todo, sencillamente porque los reactores están en una situación de gran inestabilidad. Es imposible acceder a ellos de forma directa y por lo tanto no se tiene sino una idea aproximada de los fenómenos que están ocurriendo dentro de ellos. Es decir, sabemos lo que está ocurriendo, pero no sabemos todo lo que está ocurriendo”*.
**Enfriar, enfriar y enfriar**
Respecto a los siguientes pasos que se deben adoptar para evitar más contaminación radiactiva del agua, el aire y el suelo, el funcionario de la OIEA, Rafael Grossi, dijo que cree *“que lo que se está haciendo es lo correcto. Enfriar, enfriar, enfriar, porque hasta que no se enfríen los reactores, no se pueden estabilizar, y las tareas de contención de la radiación no van a ser exitosas. La radiación a la atmósfera está ocurriendo de una manera controlada, pero está sucediendo y esto obviamente es pernicioso. Lo que se está tratando es evitar un escenario mucho peor, que es el derretimiento de los núcleos de los reactores y otro tipo de situaciones que podrían ocurrir”*.
**Optimismo o catastrofismo**
Rafael Grossi considera que por el momento el pronóstico es reservado. La situación es seria y continúa siendo seria, de modo tal que la OIEA no se ubica entre los optimistas ni entre los catastrofistas. *“Simplemente vamos dando la información objetiva tal como viene siendo producida desde el sitio, la vamos analizando y tratamos de contextualizarla para que la opinión pública entienda. Entendemos y creemos que se está yendo en una buena dirección. Decir si somos optimistas o no me parece que es un poquito prematuro.”*