En ese sentido, insistió en su rechazo rotundo a la acción militar de la OTAN y Estados Unidos contra la nación norafricana.
Morales abogó antes por una salida pacífica al conflicto en el Gobierno de Muamar el Gadaffi, envuelto en una convulsión.
El jefe de Estado dijo que ese conflicto *»ideológico, programático, político, social, debe ser resuelto de manera pacífica»*.
También consideró que si se violan los derechos humanos, durante o después del conflicto, los responsables deben ser sancionados por la vía de las normas internacionales.
Cuestionó la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU que dio luz verde para una intervención armada en Libia para frenar a Gadafi, incluidos ataques por mar y aire.
*»Ese Consejo no es de seguridad, sino de inseguridad, porque va a generar más muertos y no va a generar seguridad para los habitantes»*, remarcó.