*»La lucha de nuestra reivindicación marítima, lucha que marcó esta historia por 132 años, ahora debe incluir otro elemento fundamental: el acudir a tribunales y organismos internacionales, demandando en derecho y en justicia una salida libre y soberana al océano Pacífico»*, dijo el gobernante en un acto público por el *»Día del Mar»*.
Acotó que *»la comunidad internacional debe entender ahora que ha llegado el momento para que esta inmensa herida que tenemos los bolivianos por nuestro enclaustramiento marítimo sea cerrada en base a un proceso de connotaciones históricas y un fallo justo y certero que devuelva su cualidad marítima a nuestro país»*.
El discurso del gobernante generó expectación este miércoles, pues él había dicho con antelación que este 23 de marzo era el plazo para que Chile responda al centenario reclamo boliviano, que forma parte de una agenda sin exclusiones que ambos países acordaron a mediados de 2006 y sin avances concretos.
La Moneda soslayó el plazo y sólo reconoció que el asunto forma parte de las conversaciones que se sostienen en el ámbito de las vicecancillerías, pues La Paz y Santiago carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.
Tras el discurso de Morales, senadores chilenos del oficialismo y la oposición reaccionaron en Santiago con críticas al mandatario.
*»Las palabras que ha pronunciado hoy día el presidente Evo Morales vuelven a generar mucha desconfianza y rompen ese clima que se ha estado trabajando»*, dijo el senador de la oficialista Unión Democrática Independiente (UDI), Hernán Larraín.
*»Lo que va a ocurrir, al final del día, es que todos los esfuerzos por integrar se van a volver a perder. Es muy difícil construir confianzas, en cambio es muy fácil destruirlas»*, opinó por separado el senador de la opositora Democracia Cristiana, Jorge Pizarro.
Las reacciones también se dieron en La Paz. El ex canciller boliviano, Armando Loaiza, señaló a la emisora católica Fides que lo hecho por Morales, significa un *»carpetazo»* al diálogo bilateral, *»un golpe muy fuerte al clima de las relaciones boliviano-chilenas»*.
Morales, en su discurso, aclaró que su actual planteamiento no significa *»abandonar jamás el diálogo directo, franco y sincero con Chile»*, que alcanzó su mejor nivel con la ex presidenta Michelle Bachelet.
Morales y Bachelet habrían arribado, precisamente, de manera reservada, a un acuerdo por el que Chile cedía un enclave sin soberanía sobre el océano Pacífico, propuesta que habría sido abortado tras objeciones del entonces presidente electo Sebastián Piñera, según versiones de prensa locales.
Al delinear los pasos que asumirá su administración en su demanda internacional, Morales dijo que pidió a su gabinete de ministros la creación de una *»dirección general de reivindicación marítima que será la instancia dentro la cual jurídicamente se preparen las acciones por la causa marítima boliviana»*.
También dijo que solicitó al Congreso *»que apruebe a la brevedad posible todos los tratados y convenios internacionales que nos posibiliten esta misión que hoy empezamos los bolivianos»*.
Morales, que en su discurso hizo un extenso alegato histórico para demostrar que Bolivia nació a la vida republicana en 1825 con una costa de 400 km, manifestó que *»es deber de nuestro Gobierno cumplir el mandato constitucional»* de acceder al mar con soberanía.
El gobernante también dirigió sus críticas al Tratado de Paz y Amistad que Bolivia y Chile firmaron en 1904, por el cual se establecieron los límites fronterizos, se entregaba la Región de Atacama a Chile y éste compensaba económicamente y garantizaba facilidades comerciales.