Sobre los acontecimientos en Egipto, Mundo sin Guerras y sin Violencia (MSGySV) expresa:
1. Nos solidarizamos con el pueblo egipcio, que se manifiesta por el derecho legítimo y humano de cambiar un gobierno en manos de una dictadura, que se prolonga 30 años, y destacamos que el sesenta y seis por ciento de la población de Egipto no había nacido cuando Mubarak se hizo cargo del país.
2. Apoyamos la petición popular y masiva para que el Sr. Mubarak deje el poder de forma inmediata y sin condiciones.
3. Denunciamos todo acto de violencia, sea ejercido por miembros mal intencionados de la policía o de los manifestantes. Solicitamos del futuro gobierno de Egipto que lleve ante la justicia a los culpables de la violencia por los asesinatos y heridos provocados durante las protestas.
Sobre a los acontecimientos en Oriente Medio en general, MSGySV expresa:
1. No se puede privar a los pueblos de su libertad. Una y otra vez a lo largo de la historia humana surge un momento en que la gente reconoce el fracaso de su sociedad, se caen sus ilusiones y buscan abrirse paso hacia un futuro para el desarrollo humano, la justicia social y la expresión de la intención humana de vivir en un mundo sin violencia.
2. Nos consta que, en Argelia, Jordania, Siria, Yemen y otros países, los movimientos populares cobran fuerza y brotará su reivindicación, y también tienen nuestro apoyo.
3. Celebramos que, a pesar de que las noticias que circulan en el mundo se refieren generalmente a actos de violencia y de las chocantes imágenes de banderas quemadas y efigies colgadas, la gran mayoría de la gente se manifiesta sin ninguna intención de utilizar la violencia.
Denunciamos:
1. La declaración de Mubarak, que insiste en permanecer en el poder hasta las elecciones de septiembre de 2011, y le instamos a irse de inmediato.
2. La debilidad de los EEUU y de los gobiernos europeos por su apoyo al Presidente y por las enormes sumas de dinero dirigidas durante décadas a los militares egipcios.
3. La hipocresía de los gobiernos occidentales, que callan en numerosos casos en el mundo, permitiendo que permanezcan en el poder regímenes violentos y no-democráticos, siempre y cuando esté en su interés.
4. El alarmismo de algunos políticos al predecir un futuro en que los resultados no son deseables para los intereses extranjeros.
Hacemos un llamamiento a los gobiernos de todos los países en los que se producen protestas populares masivas a:
1. Renunciar de inmediato.
2. Restaurar el derecho básico de la libertad de expresión y
3. Permitir una transición no-violenta hacia una nueva era de libertad para hombres y mujeres, jóvenes y mayores, como sucedió en 1989 en los países del ex Pacto de Varsovia.
Pedimos a los gobiernos del resto de los países del mundo que apoyen todos los movimientos populares que tratan de expresarse y actuar sin violencia.
Aplaudimos esta inspiradora expresión de los pueblos de trabajar por el cambio sin recurrir a la violencia y nos solidarizaremos con todas las personas que apliquen la no-violencia activa hasta el logro de sus propósitos. Nos complace ver a las nuevas generaciones en la vanguardia de este movimiento por el cambio e instamos a que la sociedad civil, tan vergonzosamente reprimida durante años, se organice rápidamente y elija líderes eficaces de alta fibra moral, nuevas caras comprometidas en mejorar la salud, la educación y la justicia social.