Según se informa, los civiles habrían tomado el control de Benghazi, la segunda ciudad de Libia. Los trabajadores del yacimiento petrolero de Nafoora se declararon en huelga. Además las protestas se han extendido a la capital del país, Trípoli. Hay informes de que la sede del parlamento habría sido incendiada. El domingo, el hijo de Gaddafi prometió implementar una serie de reformas, pero advirtió que las protestas podrían terminar en una *»guerra civil»*. En Washington, un grupo de manifestantes se congregaron frente a la Casa Blanca el domingo y reclamaron al gobierno de Obama que presionara al gobierno de Gaddafi.
Yahia Dagouri, un manifestante, declaró: *“Lo que necesitamos es que el gobierno estadounidense le pida que se detenga. Él va a escuchar. Cuando sepa que va a haber presión, presión internacional, se detendrá. Tiene que entender. ¡Basta de derramamientos de sangre! Todos los días mueren niños, bebés, mujeres y ancianos víctimas de sus balas. Ya basta”*.