Pocos días después vemos como las poblaciones de Egipto y Yemen, también se manifiestan pacíficamente para terminar con sus respectivas dictaduras. En el caso de Egipto ya ha habido una brutal represión, con muertos, heridos y más de un millar de detenidos. En este país, gobernado desde hace 30 años por Hosni Mubarak, quien a los 82 años quiere perpetuarse a través de su hijo Gamal, en las elecciones de noviembre próximo, reinan la corrupción, la represión, el nepotismo, y la pobreza. En el caso de Yemen, gobierna desde hace 32 años Ali Abdallah Saleh, aliado de USA en la lucha contra Al Qaeda, y las condiciones sociales también son desastrosas.
Es notable como, a pesar de las presiones a las que han estado sometidos estos pueblos durante décadas, la prensa internacional recién ahora se haga eco de la situación, frente al hecho consumado de los levantamientos populares. Una vez más queda en evidencia que las dictaduras aliadas de USA, siempre son mucho más toleradas por la crítica de la prensa que cuando se trata de gobiernos que no son obsecuentes con USA y sus aliados. Y una vez más queda felizmente en evidencia, que la historia de la liberación del ser humano, no se detiene frente a las dictaduras, ni puede ser ocultada por la manipulación mediática.
Los Humanistas valoramos y apoyamos la valiente actitud de estos pueblos que, frente a la dureza y la crueldad de sus gobernantes, no tiene temor a rebelarse de modo no-violento, para luchar por sus derechos, sus libertades y una mejor condición de vida. Sabemos que no les será fácil, no solamente porque tendrán que luchar contra sus propios gobiernos represores y corruptos, sino porque también estarán en el medio de una puja internacional: por una parte USA y sus aliados, que no querrán perder el control de esos países, y por otra parte los partidarios del fanatismo violento que buscarán capitalizar el descontento. Pero más allá del rumbo ocasional que vayan tomando los acontecimientos, queda claro que el clamor de los pueblos se está haciendo escuchar.
El mundo no es el que nos muestran los medios de comunicación, con el sesgo de los intereses de quienes pretenden erigirse en los amos del mundo. El mundo real es el de miles de millones de personas oprimidas, marginadas, y empobrecidas, cuyas voces no podrán ser acalladas eternamente. A veces ese clamor humano se expresará de modo pacífico, y a veces de un modo equivocadamente violento, pero se seguirá manifestando, contra todo pronóstico del poder y de los medios.
El Sistema en todas sus formas, es un ropaje que ya no le da la talla al Ser Humano. Y aunque nos quieran seguir mostrando un mundo feliz, se seguirán profundizando las crisis económicas y políticas. Y aunque nos quieran condicionar a un modelo de vida, las nuevas generaciones continuarán pujando por su espacio. Y aunque se quiera diseñar un mundo para pocos, los inmigrantes continuarán luchando por sus derechos, y los pueblos sometidos por dictaduras, de derecha o de izquierda, se seguirán rebelando. Y aunque se pretenda reprimir a la verdadera espiritualidad humana, ya sea bajo el manto del nihilismo, o ya sea pretendiendo imponerle los moldes de los dogmatismos; la profunda espiritualidad que anida en el corazón de cada ser humano, despertará pronto de su largo sueño, tal como lo anunciara Silo.
Frente a estos acontecimientos, el Partido Humanista Internacional apoya la rebelión no-violenta de los pueblos frente a la injusticia, y denuncia la represión y la persecución por parte de los gobiernos en estos días.