Portavoces de la cancillería indicaron que entre los temas más espinosos están el reconocimiento de la tecnología nuclear iraní y el levantamiento de las que calificaron de injustas sanciones al país impuestas por la ONU bajo presión estadounidense.
El segundo día de conversaciones multifacéticas entre Irán y el llamado Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) transcurre este sábado en el palacio Ciragan de Estambul, un inmueble de la era otomana flanqueado por el Bósforo.
Según la cancillería de la República Islámica, los contactos se mantienen a puertas cerradas y están presididos por el jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Saeed Jalili, y la Alta Responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton.
La tercera ronda de pláticas (el viernes sostuvieron otras dos) estuvo antecedida también por reuniones por separado de Jalili con Ashton y representantes de China, Rusia y Turquía, en tanto país sede.
La nación persa subrayó su voluntad de participar en el diálogo con el G5+1 con un *»punto de vista positivo»*, pero dejó claro la negativa a discutir su programa nuclear pacífico por estimar que sólo compete al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Aunque insistió en que el Consejo de Seguridad de la ONU carece de jurisdicción para examinar el asunto, Teherán propuso a Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia, así como a Alemania, sustituir la confrontación por la cooperación en el caso iraní.
El jefe de la oficina de la presidencia, Esfandiar Rahim Mashaei, afirmó en la provincia de Azerbaiján Oeste que *»después de muchas negociaciones (con este país), pensamos que Occidente llegó a la conclusión de que debe tomar el camino de la cooperación»*.
Lo anterior lo avaló el representante permanente de esta nación ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, quien restó base legal a los cuatro paquetes de sanciones impuestos por la ONU, y aseguró que Irán nunca implementará las resoluciones del Consejo de Seguridad.