Los ex empleados despedidos de Clarín se reunieron con el ministro de Trabajo, Carlos
Tomada, y mostraron satisfacción por el encuentro con el funcionario. «Es el acto de
violación sindical más grande de los últimos tiempos», dijo Luis Siri, representante de
Artes Gráficas Rioplatenses, sobre el impedimento para realizar una asamblea en el
diario.

“Hace seis años que tienen problemas con los delegados sindicales, y la Justicia ha
dispuesto la incorporación en primera y segunda instancia”, recordó el ministro Carlos
Tomada, y dijo que la cartera que encabeza ya sumarió y multó a Artes Gráficas
Rioplatenses por negarse a la reincorporación de los echados.

«Los convocó para hoy a las 16 para una audiencia de reconciliación», confirmó un
delegado.

El jefe de la cartera laboral dijo que “ya se agota la imaginación” para hacer que AGR
cumpla con los fallos judiciales pero aseguró que va “a seguir bregando” y que “forzará
una nueva búsqueda de soluciones”.

Cabe recordar que los delegados habían advertido que aumentarían las medidas de
fuerza si los directivos del grupo empresario no reconocían su condición gremial
y los reincorporaban a sus tareas. Sobre la elección de los nuevos delegados, Siri
adelantó: «No nos van a dejar realizar el acto eleccionario».

«Hace seis años que estamos luchando por la libertad gremial que la empresa nos
niega», se quejó Nicolás Rivero, despedido el 20 de diciembre pasado junto a cuatro
integrantes de la comisión interna de AGR, que funciona en la calle Corrales 1300 y
donde trabajan unos 550 empleados.

Los diez trabajadores despedidos en 2004 y en diciembre pasado se instalaron el viernes
a la noche hasta las 4 de la mañana frente al portón de la planta impresora del diario
Clarín, ubicada en Corrales al 1300, junto con sus familias y compañeros. Con los cinco
nuevos despidos, la empresa dejó a los trabajadores de AGR sin comisión interna.

«Lo que hace Clarín es un atentado contra la libertad sindical» denunció Rivero al
subrayar que existe un fallo judicial de 2005 que «nos libera de prestar la tarea como
trabajadores, pero obliga a la empresa a permitirnos la entrada para efectuar el libre
ejercicio sindical», reclamó.