Nova Friburgo, con 365 fallecidos, resulta el municipio más afectado por las fuertes precipitaciones, seguido de Teresópolis (304), Petrópolis (64), Sumidouro (22), Sao José do Vale do Río Preto (6) y Bom Jardim (1).
Esos números podrán crecer mucho más, pues reportes indican la existencia de más de 400 desaparecidos.
Asimismo, suman más de 20 mil las personas desalojadas y desabrigadas por las intensas lluvias, más de 11 mil 200 de ellas sólo en el municipio de Teresópolis.
Y mientras los organismos de socorro prosiguen la búsqueda de cadáveres y la forma de llegar a lugares que quedaron aislados después de los deslizamientos de tierra, las autoridades locales de esos territorios comienzan hoy las inscripciones de las familias que perdieron sus viviendas.
El registro permitirá a esos núcleos recibir ayuda oficial para el alquiler de una casa mientras las entidades encargadas construyen las moradas requeridas para solucionar definitivamente el problema.
Para ello, en Teresópolis, el gobierno municipal decidió expropiar una hacienda, donde edificarán 300 viviendas.
Fallas en los sistemas de alerta de desastres, la falta de estructura de la Defensa Civil de esos municipios para enfrentar eventos naturales de la magnitud del acontecido y la construcción de casas en áreas de riesgo se conjugaron para generar la mayor tragedia en la historia brasileña, según diversos especialistas.
La alta cifra de muertos por los deslizamientos de tierra de la semana anterior, que aumenta cada hora, supera por mucho los 436 fallecidos en 1967 en la ciudad de Caraguatatuba, en el litoral norte de Sao Paulo.