En Nueva York comenzó a nevar el 24 de diciembre y no paró hasta el medio día del lunes 27, las líneas aéreas cancelaron cientos de vuelos, sólo Delta Airlines canceló 800, mientras dejaron de circular tanto los buses de larga distancia como los trenes. La nieve superaba el medio metro en Central Park por lo que muchas tiendas y estaciones de metro debieron mantener sus puertas cerradas.
Por otra parte, la ola de frío ártico y nieve azota también hace varias semanas a Europa, donde el transporte de pasajeros se ha complicado en varios países del continente.
Miles de personas permanecen en Bélgica sin poder continuar sus viajes por la cancelación o retraso de varias redes de transporte urbano, ferroviario y aéreo dadas las pésimas condiciones meteorológicas.
Las fuertes nevadas han producido cortes de luz en la red de ferrocarriles, reportándose este año 53 días de nieve y temperaturas por debajo de menos nueve grados celsius.
También las provincias españolas se mantienen en alerta por temperaturas mínimas de hasta siete grados bajo cero.
En Francia las temperaturas gélidas, de hasta 17 grados bajo cero, así como las nevadas y vientos de 70 kilómetros por hora afectaron el fin de semana la circulación de trenes de alta velocidad.
Cuatro trenes Eurostar entre París y Londres han sido anulados y cinco Thalys entre Bruselas y la capital de Francia.
La semana pasada gran parte de los aeropuertos europeos cancelaron o retrasaron sus vuelos a causa de la nieve que además provocó transtornos en el tráfico urbano, debido a que en algunos lugares llegó a superar los 25 centímetros de altura.
El temporal y las bajas temperaturas sorprendieron al centro y norte de Europa, donde hasta el momento han muerto de hipotermia decenas de personas.