La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sahara) ha convocado manifestaciones en diferentes ciudades para denunciar los asesinatos que se están produciendo en el Aaiun, después de que la policía arrasara el llamado ‘Campamento de la Dignidad’, y para exigir a Zapatero una postura clara y firme de condena ante el gobierno de Marruecos, al tiempo que se insta al gobierno español a que asuma el rol que legalmente todavía le corresponde como administrador de la colonia del Sahara Occidental.
En el caso de Madrid, la marcha ha sido multitudinaria y ha recorrido este sábado las calles del centro de la ciudad. Entre los asistentes, se ha contado con representantes sindicales, políticos de todas las tendencias (con la excepción del Partido Socialista en el poder), artistas y miles de ciudadanos de a pie indignados por la masacre que se está produciendo. “Estamos aquí –nos decía el actor Willy Toledo, muy implicado desde hace tiempo en este conflicto- para parar el genocidio contra el pueblo saharaui; está habiendo cientos de asesinatos, quemados vivos y enterrados en fosas comunes; está habiendo ciudadanos españoles asesinados y estamos aquí para denunciar esta masacre”.
Estos hechos están teniendo lugar unos días antes de que comience el encuentro en Naciones Unidas entre marroquíes y saharauis, para desbloquear una situación que dura 35 años, desde que España se retirara de su antigua colonia y no hiciera nada para evitar la ocupación de ‘facto’ por parte del gobierno marroquí apoyándose en la llamada Marcha Verde.
La denuncia al gobierno español, por poner ciertos intereses económicos por encima de los derechos humanos, ha sido común y se le exige –en palabras de Javier Bardem- que, “en su papel de administrador del Sahara Occidental, trabaje por la seguridad de todos los españoles, incluidos los ‘saharauis’, y asuma un rol activo –dentro de la comunidad internacional- para llevar al pueblo saharaui hacia la autodeterminación”.
El momento es peligroso ya que entre algunos sectores se comienza a hablar de volver a las armas, ante la violencia de la monarquía marroquí. Acerca de estas posiciones, la senadora del PNV, Miren Leanizbarrutia, comentaba a una mujer saharaui en nuestra presencia, “No caigan en esa provocación, no caigan en la violencia como algunos hicieron en el País Vasco, no cometan el mismo error”.
“Si los saharauis toman las armas –argumentaba Nacho Martínez, del Partido Humanista-se legitimarían las políticas de terror del gobierno marroquí. Los humanistas pedimos a la comunidad internacional que presione al gobierno de Marruecos para que deje de utilizar la violencia y acepte el plan y las resoluciones de la ONU sobre el Sahara. Es buscando la reconciliación y el dialogo entre los habitantes de la zona y con un referéndum debidamente convocado y vigilado, que se podrá resolver este conflicto que dura ya demasiados años”.
Mientras, el gobierno marroquí sigue expulsando periodistas o negando su entrada con un objetivo claro de eliminar posibles testigos.