La oposición alemana le promete al gobierno de Merkel un otoño difícil y caliente a cuenta de la decisión, adoptada en la madrugada del lunes, de prolongar un promedio de doce años la vida de las centrales nucleares.

Alemania, según el nuevo plan energético de la canciller, continuará con las centrales nucleares casi hasta el año 2040.

En caso de acceder al poder en el 2013, los socialdemócratas y los verdes recuperarán el compromiso que adoptaron en el año 2000, cuando compartían el poder, que consiste en cerrar la última central en el 2020. Así lo han anunciado los presidentes de ambos partidos, que junto con Die Linke sostendrán una gran protesta contra el Ejecutivo el próximo día 18 de septiembre en Berlín.

En Alemania, la ampliación de la vida de las centrales nucleares parece un sinónimo del acortamiento de la vida del Gobierno que la aprueba, como se dice en los ambientes antinucleares. En todo caso, parece que Angela Merkel y su gobierno van a sufrir un desgaste considerable por su impopular decisión.