El Partido Humanista de Chile manifiesta su solidaridad con los familiares de los mineros atrapados en la mina San José y expresa su repudio a la grave situación de inseguridad que afecta a todos los trabajadores del país declarando que:
1°.- Es urgente y necesario que se destinen todos los recursos pertinentes para rescatar a los mineros. La prioridad número uno en estos momentos es la vida y la integridad de los trabajadores.
2°.- Las responsabilidades por estos hechos deben quedar claras, y cualquier
negligencia o ilegalidad deben ser condenadas. Manifestamos nuestro rechazo a las políticas irresponsables de parte del SERNAGEOMIN y de Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn, los dueños de la empresa minera, de privilegiar espurias ganancias económicas arriesgando la vida y la integridad de los trabajadores.
3°.- Llamamos a toda la sociedad chilena a tomar conciencia en base a este caso de la grave situación de precariedad e inseguridad laboral que sufren la mayoría de los trabajadores del país de todas las áreas productivas. Este accidente o la cifra de 39 muertos el año 2009 en la agrícola región del Maule son muestras de esta inaceptable situación.
4°.- Exigimos mejoras sustanciales en la legislación laboral del país y en la institucionalidad encargada de velar por los derechos de los trabajadores. Un aumento de recursos y atribuciones a las Direcciones del Trabajo y a todas las entidades públicas de inspección, en especial a sus áreas de fiscalización, son el paso mínimo al respecto.
5°.- Recordamos que hace más de 10 años, en el Libro Naranja de 1998, expusimos nuestra propuesta de Ley de Propiedad Participativa de Trabajadores que de haber sido aprobada hubiese permitido que la gestión de la mina estuviese compartida con los trabajadores asegurando normas adecuadas de seguridad.
Afirmamos nuestro profundo y decidido apoyo a los trabajadores del país y sus familiares y reforzaremos nuestros permanentes esfuerzos por construir un país con una nueva e igualitaria relación entre el trabajo y el capital que nos permita vivir en un Chile verdaderamente humano.