La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó el proyecto de resolución presentado por el Estado Plurinacional de Bolivia para que el acceso al agua potable y limpia y su saneamiento sean declaradas como un Derecho Humano esencial para el pleno disfrute de la vida y el resto de los Derechos Humanos. La resolución de la Asamblea recibió 122 votos a favor y cero votos en contra, mientras que 41 países se abstuvieron de votar. El texto de la resolución también manifiesta su profunda preocupación porque al menos 884 millones de personas aún no tienen acceso a agua potable segura y más de 2600 millones no tienen acceso a cuidados sanitarios básicos.

Los 192 miembros de la Asamblea pidieron a los estados miembro de la ONU y a las organizaciones internacionales que ofrezcan financiación, tecnología y otros recursos para ayudar a los países más pobres a aumentar sus esfuerzos para dar agua potable, limpia y accesible y sanidad para todo el mundo. Los estudios también indican que al menos 1,5 millones de niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades relacionadas con el agua o con la sanidad.

La resolución también contempla la petición del Consejo de Derechos Humanos para que la experta independiente en las obligaciones relacionadas con el acceso al agua potable segura y la sanidad, Catarina de Albuquerque, informe anualmente a la Asamblea General. Sus informes se centrarán en los desafíos principales para conseguir el derecho a agua potable segura y limpia y a la sanidad, así como sobre el progreso para conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Pablo Solón, embajador de Bolivia ante la ONU, señaló: “Hay más personas que mueren por enfermedades relacionadas con el consumo de agua contaminada que por las guerras. Los Derechos Humanos no nacieron como conceptos ya elaborados, sino que van siendo construidos sobre la base de la realidad y la experiencia. Al declarar el acceso al agua potable como un Derecho Humano, la Asamblea corrige una injusticia de años; esto es evidentemente histórico. Pero, a partir de esta decisión, los estados miembro de la ONU ahora deben asumir políticas para dotar de ambos servicios a las poblaciones que no los tengan”.

Maude Barlow, presidenta de la junta de la organización Food and Water Watch, indicó: “Nuestra red de aliados ha luchado por más de 10 años para lograr un reconocimiento legalmente vinculante del derecho humano del agua en la ONU. Aunque la resolución no tiene carácter vinculante, es un crucial primer paso en los esfuerzos para proveer agua y saneamiento a todos”.