El acto tiene lugar en Chile, en el Centro Arte Alameda (zona de Plaza Italia). El objetivo es llamar la atención sobre el enorme impacto de la violencia armada, derivada del comercio irregular de armas.
Con la creación del TCA se pretende reducir la violencia armada en el mundo, así como el número de víctimas que sufren este tipo de violencia. En las actividades de la Semana Global contra la violencia armada, los activistas exigen una mayor regulación del comercio global de armas para frenar el avance del armamento que alimenta los conflictos, el crimen, la pobreza y las graves violaciones de los derechos humanos.
Juan Gómez, coordinador de la Campaña Armas bajo Control, de Amnistía Internacional de Chile, afirma que «cada minuto muere una persona como resultado de la violencia armada» y que, diariamente, miles de personas sufren heridas, violaciones, represión, trauma o abandono forzoso de sus hogares. «Ahora es el momento de mostrar a los gobiernos qué clase de tratado necesita realmente la gente», ha afirmado.
Lanzada en 2003, la campaña por el control de armas persuadió finalmente a los gobiernos a iniciar negociaciones para el desarrollo del Tratado. En virtud de ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debe convocar una conferencia especial en 2012, y la primera reunión deberá celebrarse en julio de este año. Se prevé que del 12 al 23 de julio, delegaciones de todos los países miembros de la ONU se reunirán en Nueva York (Estados Unidos), para iniciar las negociaciones formales en torno del TCA.
Los activistas de la campaña mantienen que existen acuerdos internacionales para regular el comercio de diversos productos, incluyendo el de antigüedades, pero nadie se ha preocupado hasta ahora de controlar las armas, que matan y hieren a tantos adultos y niños en todo el mundo. Los defensores de la campaña presionan a los gobiernos para que el TCA controle todo tipo de armas, materiales y municiones en las exportaciones, las importaciones y las transferencias.
Según el nuevo estudio de Amnistía Internacional, titulado «Actos Criminales», que muestra las consecuencias del uso desenfrenado de las armas de fuego, desde 1989 al menos 250.000 personas han sido asesinadas cada año, y miles han resultado heridas en más de 120 conflictos armados en todo el mundo.
Incluso en países donde no hay guerra declarada, se calcula que 300.000 personas morirán cada año, víctimas de las armas. Según la investigación de Amnistía Internacional, cerca del 60% de las violaciones de los derechos humanos guardan relación con el uso de armas menores. Igualmente, la investigación ha sacado a la luz que hasta finales de 2008, 26 millones de personas fueron desplazadas forzosamente de sus hogares debido a conflictos armados. Miles de familias viven separadas y millones de niños, mujeres y hombres viven con miedo a las consecuencias del uso de las armas.
Amnistía Internacional iniciará movilizaciones en todo el mundo para transmitir a los gobiernos el mensaje de que el Tratado deberá incluir medidas enérgicas destinadas a proteger los derechos humanos, salvar vidas e impedir la destrucción de los medios de sustento, principalmente de las personas que viven en la pobreza en países marcados por conflictos armados.
*Traducción: Pilar Royo*