Activistas y legisladores apuntan a reunir a decenas de miles de personas en la marcha de Washington para presionar por la postergada reforma migratoria, con la que se comprometió el presidente Barack Obama durante su campaña y que sigue diluyéndose en el tiempo, dadas las prioridades en las que está ocupado el gobierno, como es por ejemplo la reforma del sistema de salud y la creación de empleo en medio de una de las peores crisis económicas de las últimas décadas.
Los grupos civiles organizadores de la manifestación sostienen que llegarán unas 50.000 personas hasta la capital estadounidense para hacer ver la urgencia de una reforma que lleva años estancada, y que muchos temen pueda llegar a correr la misma suerte en el futuro inmediato. Porque aún si la reforma sanitaria pasara finalmente las resistencias del Congreso, no hay ninguna seguridad de que el tema de la migración indocumentada vaya a llegar finalmente a las manos de los legisladores, considerando que todavía tienen una larga lista de proyectos ley retrasados que atender, referidos a temas también candentes como son el cambio climático o la regulación financiera.
Por su parte, la Casa Blanca ha reconocido que no cuenta aún con los votos para aprobar una reforma migratoria, pese a que sea uno de los temas que tiene mayor importancia para los 45 millones de hispanos que viven en Estados Unidos, la principal minoría del país que cada vez tiene mayor peso electoral. De hecho, en las últimas elecciones fueron algo más de 10 millones de hispanos parlantes los que acudieron a las urnas, de los cuales se calcula que el 67% dio su voto a Obama favoreciendo la propuesta de una reforma migratoria.
La propuesta bipartita presentada por el senador demócrata Charles Schumer, del Estado de Nueva York, y la senadora republicana Lindsay Graham, de Carolina del Sur, establece que los trabajadores indocumentados se vean forzados a admitir que están violando la ley. Según esta medida se exigiría que los trabajadores porten tarjetas biométricas que confirmen que pueden emplearse.