Al finalizar el acto, los organizadores leyeron un manifiesto en el que recordaban que la situación en Afganistán es esencialmente la misma de Irak, en donde el gobierno sí desistió de su presencia militar. En palabras de Mayte Quintanilla, del Partido Humanista, “los medios de comunicación no se están ocupando del conflicto de Afganistán, el ejército español está en guerra allí, va a ser necesario que sigamos movilizando a la opinión pública, nuestras tropas deben salir de allí”.
En esta manifestación se denuncia que tras palabras como “misiones de paz” o “reconstrucción de un país” se esconde una verdadera ocupación de Afganistán por parte de occidente con fines estratégicos como tener fuentes de petróleo, agua y gas controladas. También se denuncia que la supuesta “intervención humanitaria” solo sirve para crear más inestabilidad en el país, y que no sirve para que sus habitantes tengan mejor calidad de vida; uno de esos ejemplos es la situación de la mujer afgana, una de esas grandes excusas para la intervención, pero nada ha mejorado para ellas, son vejadas socialmente: Karzai ha aprobado una ley que permite a los hombres violar y privar de alimento a sus esposas si no los satisfacen sexualmente.
También se denuncia que en un país, España, en el que la crisis y el paro son históricos y que tiene a una población crispada por esta situación, el gasto militar crece día a día: se gastan 53 millones de euros diarios, unos 20.000 millones de euros al año en un país que ha visto como ha pasado de una ficticia bonanza económica a la peor de sus crisis.
“La ocupación, como siempre, solo está teniendo en cuenta un resultado claro: muerte y mas muerte, ruina y mas ruina, tanto en la población afgana como entre las tropas mercenarias que reclutan a muchos inmigrantes, a quienes se les niegan los fundamentales derechos sociales y políticos en los países que envían esas tropas. Todo ello para mayor gloria de los gobiernos y beneficio de las multinacionales de la energía, la banca internacional, la industria armamentista o del narcotráfico.”
La Paz no es solamente la ausencia de violencia sino también la presencia de justicia, por ello los manifestantes pidieron que se retiren de inmediato las tropas españolas de ocupación de Afganistán, un No rotundo a la guerra y un No a la OTAN.