Las medidas represivas coinciden con el anuncio que realizara el Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad de que Irán ha sido capaz de producir su primera reserva de uranio enriquecido al 20%. *“Me gustaría decirles que antes de ayer comenzó el enriquecimiento de combustible al 20. Me gustaría notificarles y anunciar en alta voz que, gracias a Dios, nuestro principal negociador nuclear anunció que comenzó la producción de combustible al 20 bajo la atenta vigilancia de nuestros científicos”*, declamó ante la multitud, asegurando que el país es capaz de enriquecer uranio por encima del 80% que es la frontera para la fabricación de armas atómicas.
Desde su llegada al poder hace dos años, el Presidente Ahmadinejad ha identificado a la tecnología atómica con el progreso y convertido los avances que se van teniendo en este campo, en la medida de su desarrollo.
Pero a pesar de las afirmaciones de Ahmadinejad, el Washington Post informa que los inspectores de las Naciones Unidas llegaron a la conclusión de que Irán está sufriendo importantes reveses en su programa de uranio. Durante el año pasado, la producción cayó en Natanz, la principal planta de enriquecimiento de uranio del país. Los funcionarios de la ONU afirman que el rendimiento de la planta fue tan pobre que cabe la posibilidad de que haya sido saboteada. Diversos analistas se refirieron también al fracaso de los anticuados centrifugadores de Irán a un ritmo más rápido de lo previsto.
Teherán necesita 120 kilos de uranio con un 20% de pureza para su reactor de investigación, pero el hecho de que carezca de la tecnología para encapsularlo en barras suscita un gran escepticismo tanto sobre su verdadera capacidad tecnológica como sobre los motivos de su empeño.