Acudió un mar de gente que fluyó durante horas por el centro de Roma con símbolos violeta, «el color de la autodeterminación, y que no se confunde con ningún partido político», según los blogueros que hablaron desde el palco, entre ellos, ex votantes de Berlusconi.
Expresaron su indignación por la deriva populista y personalista del primer ministro Silvio Berlusconi, clamando contra sus ataques a las instituciones y sus leyes hechas a medida para eludir a la Justicia, y exigiendo a la oposición que ejerza de alternativa real.
Entre los gritos más proferidos durante la marcha destacaban el de *’Hazte juzgar’* y *’Saca las manos de la Constitución’*, en alusión a los procesos abiertos al primer ministro y a los intentos del mandatario de blindarse contra la acción de la Justicia.
También hubo manifestaciones en París, Londres y Sídney.