El escritor uruguayo, Eduardo Galeano, grabo un spot audiovisual en el cual reflexiona sobre el negocio de la guerra y sus responsables, quienes, paradójicamente, son los responsables de velar por la paz: “¿Qué mundo este? Increíble. Los cinco países que velan por la paz mundial son los cinco principales productores de armas. O sea, que la paz está en manos de los que hacen el negocio de la guerra”.
También destacó la cadena de violencia que se forma como consecuencia de la producción de armas: “Estos, enamorados de la muerte, fabrican armas, y las armas fabrican guerras y las guerras fabrican enemigos. Porque ¿qué sería de una guerra sin enemigos? El mundo vive amenazado por un poder militar que inventa amenazas.
Refiriéndose al gasto militar, agrego: “(el poder militar) cada minuto destina 3 millones de dólares a gastos militares y cada minuto mata a 15 niños por hambre o por enfermedad curable. Esos niños pobres, todos pobres, no mueren asesinados por un criminal visible. El verdugo no confiesa su nombre y oculta su rostro, pero es todo un sistema de poder el que fabrica armas, que fabrican guerras que fabrican hambrientos para justificar lo que hace”.
Con respecto a su compromiso con la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, señalo: “Los que marchamos contra la guerra, marchamos también contra el hambre, no contra los hambrientos, por lo tanto, marchamos en un acto de fe en otro mundo posible, ese otro mundo que este mundo criminal lleva en la barriga, y en ese otro mundo, del que este mundo está embarazado, estaremos todos en guerra contra el hambre y nunca más en guerra contra los hambrientos”.
Eduardo Galeano, es autor de los libros “Las venas abiertas de América Latina”, “El Libro de los Abrazos”, la trilogía “Memoria del fuego”, y “Espejos” entre otros. Fue jefe de redacción del semanario «Marcha», que tuvo como colaboradores a Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, y Manuel Maldonado. También, fue editor del diario Época y en su exilio en Argentina fundó y dirigió la revista Crisis, publicación que influyó a intelectuales latinoamericanos durante la década del 70.