La Marcha Mundial llegó ayer por la tarde a Sarajevo después de una gira que la ha llevado de Turquía a Grecia, Macedonia, ARYM (Antigua República Yugoslava de Macedonia), Kosovo y Serbia. El autobús de la Marcha Mundial entró en la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984 junto con el ex Campeón del Mundo de boxeo Mensur Peljto, nacido en Bosnia-Herzegovina y un héroe nacional, que la había acompañado desde Estambul y que declaró: «¡Bienvenidos a la ciudad más hermosa del mundo!».
Por la noche se celebró una recepción en el estadio Dom Mladih Skenderija en la que se intercambiaron regalos con el alcalde de la ciudad, Alija Behmen, y se celebró un programa de entretenimiento para celebrar la llegada de la marcha.
Cuando se inició la marcha a la mañana siguiente, el presidente Željko Komšić tomó la palabra y dijo: «Bosnia-Herzegovina no podía faltar a esta cita con la paz y la no violencia, que no es sólo para los Balcanes, sino para todo el mundo».
En una entrevista exclusiva para Pressenza, Komšić dijo: «Yo represento a la presidencia de Bosnia-Herzegovina y sin duda es mi deber estar aquí para apoyar este buen propósito».
Cuando se le preguntó si en la actualidad es difícil difundir y desarrollar los temas relacionados con la paz y la no violencia, especialmente entre los jóvenes, respondió: «Estoy de acuerdo con usted, pero como sabe soy un político. Tal vez sea demasiado brusco para hablar de cosas delicadas, pero al mismo tiempo soy un hombre corriente y, por supuesto, doy mi apoyo a esta actividad tanto como hombre corriente, como político».
Komšić saludó a todos los participantes en la Marcha Mundial y al despedirse dijo: «Os animo a continuar con esta actividad para promover la paz y la convivencia pacífica y os deseo lo mejor”.
Giorgio Schultze, Portavoz Europeo de la Marcha Mundial, se refirió con entusiasmo a los acontecimientos de Sarajevo y dijo a Pressenza: «Sarajevo podría ser una de las capitales de la futura Nación Humana Universal, cuenta con una mezcla cultural de gran riqueza, una larga historia y, aunque es evidente que todavía queda mucho camino por recorrer, está aprendiendo a superar e integrar un pasado doloroso y violento de una manera que puede ser un modelo para otros lugares».
Traducción: Carmen Soler