Después de haber atravesado más de 20 países, la Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia hizo escala en París este fin de semana. Andando, en bicicleta, en patines, en coche, en autobús, en barco e incluso en el cine, los “Manifestantes” parisinos e internacionales han puesto como protagonista a la no-violencia.

Viernes, 6 de noviembre: la delegación del equipo internacional de la Marcha Mundial llegó a París. Se la recibió en el cine “Le Trianon”, durante la proyección del documental “Rachel”, inscribiéndose en el ciclo “La No – Violencia se va de cine”.
Durante el debate que le siguió, en presencia de la realizadora Simone Bitton, se hablaron de varios temas entre los cuales se destaca el empleo de métodos no-violentos en situación de conflictos y el compromiso de los jóvenes en la causa de la paz. Por cierto, el belga Pierre Hennico, el manifestante más joven de esta delegación, dio testimonio de su propia experiencia: “La violencia empieza a menudo cuando tenemos miedo del otro y la no-violencia comienza cuando superamos el miedo hacia el otro”. Ha afirmado que “la no-violencia es una cultura de antemano”.

Sábado, 7 de noviembre: un autobús “Open Tour” convertido en Autobús por la Paz y la No-Violencia recorrió París con un centenar de personas a bordo, de los cuales los manifestantes y las organizaciones adherentes, con el fin de dar a conocer a los parisinos las 5 propuestas de la marcha. Alain Ducq, portavoz francés de la Marcha insistió en las reivindicaciones que conciernen especialmente a Francia: “…el Estado francés debe retirar sus tropas de Afganistán y cerrar sus bases militares en África y en el golfo Pérsico; debe dar ejemplo al resto del mundo respetando el Tratado de no proliferación nuclear firmado en el año 1992…”.
Durante una escala delante de la Opera de la Bastilla, el cantante y compositor Graeme Allwright – que participó el 2 de octubre en el lanzamiento de la Marcha en Wellington en Nueva Zelanda – interpretó su versión no violenta de la Marsellesa, acompañado por los parisinos que se congregaron en la plaza. ¡En esta ocasión, la Bastilla se ha enamorado de la No-violencia!

Domingo, 8 de noviembre: un desfile festivo hizo batir el corazón de París al ritmo de la música y de los eslóganes por la paz y la no-violencia. Batucada y fanfarria dirigían el cortejo compuesto por unas treinta organizaciones y más de cien simpatizantes. La marcha salió de la plaza de la República, en presencia de Edgar Morin que vino a apoyarla, y se unió al barco “La pelota al vuelo” al pie de Notre-Dame de París, donde hubo un encuentro social en presencia de los medios de comunicación. En esta ocasión, la delegación internacional de la Marcha dio testimonio de los momentos ejemplares vividos durante su recorrido.
Después, las asociaciones presentaron sus iniciativas en el marco de esta acción mundial de 3 meses y, varias personalidades vinieron a dar su apoyo, de los cuales el investigador Christian Vélot y la señora Danielle Mitterand.

Lunes, 9 de noviembre: antes de seguir con su recorrido, los manifestantes y su portavoz francés Alain Ducq fueron recibidos por Alain Marc, el jefe de gabinete del Ministerio de defensa, a quien han entregado oficialmente el Manifiesto de la Marcha y las 5 reivindicaciones aplicadas a Francia.

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Traducción: Ana Barea Pérez