Una manifestación de gran impacto paralizó la semana pasada el barrio de Copacabana, en Río de Janeiro. Decenas de manifestantes, vestidos de negro, empujaban a otros integrantes del mismo movimiento que se encontraban dentro de veinte carros de supermercado. La escena representaba el episodio en que una persona muerta en la guerra del tráfico había sido abandonada dentro de un carro de la compra en uno de los accesos al Morro dos Macacos, a principios de la semana pasada.
*»Estamos reproduciendo aquella escena emblemática, aquel cuerpo dentro de un carro de supermercado, ante personas indiferentes que ya no son capaces de llorar por ese tipo de tragedia. En otras naciones, eso hubiera representado a millones de personas protestando en la calle»*, dice el coordinador ejecutivo del movimiento Río de Paz, Antônio Carlos Costa.
Al frente del cortejo, seguía un carro con la bandera brasileña, otra que recordaba el logotipo de las olimpiadas, y una pancarta con el nombre de la protesta: «Mercancía Barata». *»Queremos que se celebren las olimpíadas de 2016 en Río de Janeiro, estamos felices con ese acontecimiento, pero no vamos a permitir que se construyan estadios de fútbol antes que escuelas y hospitales. Necesitamos prioritariamente llevar la dignidad a la población necesitada de Río de Janeiro»*, expresó Costa.
Según el coordinador, los veinte carros representan las 20.000 muertes violentas ocurridas en el Estado de Río entre enero de 2007 y septiembre de 2009. Los organizadores sumaron los datos del Instituto de Seguridad Pública (ISP) relativos a latrocinio, homicidio doloso, autos de resistencia y muertes de policías.
Traducción: Pilar Royo