CD: ¿Le llamó la atención la decisión de entregar el Nóbel de la Paz a Barack Obama?
PE: Si, realmente sí. Fue una sorpresa. Yo presenté a la senadora Piedad Córdoba, como candidata al Premio Nóbel de la Paz, por todo su trabajo por la liberación de los rehenes de las FARC y la situación de los Derechos Humanos en Colombia. Pero lo de Obama, si, nos llamó mucho la atención porque Obama es una persona de buena voluntad que llegó al gobierno, pero no al poder de Estados Unidos. Y que tiene serias dificultades de gobernabilidad. Así que esperemos que la designación como Premio Nóbel ayude a la gobernabilidad. Ustedes saben que Estados Unidos no ha ratificado ni siquiera la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia.
CD: Existen diferentes conflictos armados que tienen como protagonista directo o indirecto a Estados Unidos, el aumento de presupuesto y el envío de más soldados a Afganistán, por ejemplo. ¿Usted cree que Obama va a poder hacer honor a este premio o a las expectativas que se tienen de él como un hombre de paz?
PE: Esperemos que le ayuden. No se si va a cumplir o no, pero va a tener que tener gestos claros con respecto a los conflictos, que no los ha provocado él, sino que los ha heredado de gobiernos anteriores. El caso de Irak, de Afganistán, el caso de la cárcel de Guantánamo, yo estuve 12 días en Irak y pude ver los horrores de la guerra. Esperemos que esto lo pueda ayudar en la gobernabilidad. No será fácil pero habrá que esperar un tiempo. Para ver cuales van a ser sus comportamientos, porque también la instalación de siete bases militares en Colombia, el golpe en Honduras, no está hablando bien de la política de Estados Unidos para América Latina, como la puesta en marcha de la cuarta flota para controlar el continente. Es muy preocupante.
CD: ¿Cree que se trata de una nueva escalada guerrerista hacia América Latina?
PE: Así es si, y ahí está el caso de Colombia que realmente es una situación muy conflictiva para el resto de todo el continente.
CD: Le comentamos que este programa y la emisora en la que estamos, FM de la Azotea adhieren a la Primera Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, a la que Ud. también ha adherido. Sabemos que en el mes de Noviembre se va a realizar un encuentro en Berlín, de varios Premios Nobel que van a recibir a los marchantes. ¿Usted va a estar participando allí?
PE: No lo sé todavía. No creo porque tengo otros compromisos. De todos modos estoy en contacto con Monserrat Ponsa, que es una de las que está marchando que pertenece a la Fundación Cultura de Paz, donde está Federico Mayor Zaragoza. Yo tengo una serie de actividades tanto en América Latina como en Europa y no se si voy a poder participar. Vamos a ver de que manera podemos aportar a la Marcha. Creo que todavía hay que darle contenido a esa Marcha. Si hablamos de Paz y No Violencia, hay que darle contenido, sino se va a hacer un gran esfuerzo pero va a quedar en los enunciados.
CD: También es cierto que está teniendo poca difusión, y que los medios no están colaborando. Precisamente hemos escuchado declaraciones suyas a favor de la nueva ley de Medios. ¿Usted cree que se termina con una de las herencias de la dictadura?
PE: Si, después de 25 años hay que superar con la ley de medios de la dictadura militar. Hay una fuerte resistencia, porque lógicamente esta ley afecta los intereses monopólicos, como es el grupo Clarín, y otros medios que controlan toda la información del país. Y este pluralismo creo que va a ser importante y se han abierto espacios para que sectores como los pueblos originarios puedan difundir a través de medios audiovisuales de comunicación para difundir su lengua, su cultura, su religiosidad, sus identidades. Creo que el pluralismo informativo es lo que va a fortalecer lo que es la libertad de prensa, que se confunde mucho con la libertad de empresa. Es un avance, ninguna ley es perfecta, y toda ley es perfectible y si hay algunas cosas que se pueden mejorar habrá que hacerlo después en el tiempo.
CD: Acerca del tema Honduras: ha habido algunos encuentros entre la gente de Zelaya con el gobierno de facto y se habla de un regreso de Zelaya al poder. ¿Usted lo ve factible?
PE: Hasta ahora no hay nada concreto. Hay mucha dureza y no se puede dar un golpe en Honduras sin el consentimiento de los Estados Unidos. Mas allá de la buena o mala voluntad de Obama. Porque realmente el gobierno de Estados Unidos lo maneja el complejo industrial militar y las grandes empresas transnacionales. Ahora permitir que esta dictadura se afirme es una amenaza para todo Latinoamérica. Pensábamos que las dictaduras estaban superadas, pero realmente no es así. Hoy se pueden dar estos “golpes blandos”, yo tuve la oportunidad de comunicarme con una periodista que está en Honduras, están transmitiendo desde una radio clandestina y lograron conectarse con ALER para poder difundir la grave situación que está viviendo el pueblo. Hay una depresión brutal, hay muertes, y lamentablemente hay sectores civiles que están apoyando este golpe. No sólo la Corte Suprema, sino el cardenal Rodríguez, Ramón Custodio, que pensábamos que era una persona en defensa de los derechos humanos, pero en este momento están apoyando esta dictadura sangrienta. Así que esto es muy peligroso para el continente.
CD: Justamente, lo que uno ve es que el imperialismo se ha reinventado y ahora utiliza gobiernos títeres que antes si bien los usaba y la presencia era militar, ahora se ha blanqueado, directamente los golpes son con civiles.
PE: Si, creo que hay que estar muy atento a lo que pueda pasar en Paraguay y en otros países. Ustedes recordaran que hubo un golpe en Venezuela, que derrocaron a Hugo Chávez que después el pueblo lo repone. Después hubo intentos de golpe contra Evo Morales y la intervención militar de Colombia contra Ecuador, apoyada por Estados Unidos e Israel.
CD: Finalmente, queremos consultarlo sobre su opinión acerca del ritmo que llevan los juicios a represores. ¿Se han dinamizado en este último tiempo o se sigue a un paso muy lento?
PE: Hay jueces que tratan de frenar esto, que no se atreven. Y hay otros que vienen avanzando como el juez Rosanski que llevó adelante los juicios de Von Wernich o Etchecolatz en La Plata. Ahora se va a abrir el juicio de la ESMA. Hay una demora, si seguimos a este paso al ritmo de manuelita esto va a terminar en el siglo 22. Esto nos preocupa, lo que es la aceleración de los juicios. Sobre la impunidad es imposible construir una democracia. Entonces por lo menos aquellos que han estado implicados en todo esto. Y creo que las fuerzas de seguridad están pensando las cosas desde otra perspectiva, que lógicamente tienen que hacer memoria y tienen que formarse al servicio del pueblo y no como tropas de ocupación de su propio pueblo. Creo que aquí hay algunos cambios. En cuanto a la justicia hay que agilizarla porque hay jueces que están trabando, están dispersando causas, no quieren avanzar en los juicios y habrá que ver con el Consejo de la Magistratura, cual es la responsabilidad de varios jueces.