Activistas del Movimiento Humanista entraron ayer miércoles 7 de octubre al Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires donde desplegaron a lo largo del monumento, de 67,5 metros de alto, una gran bandera naranja de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia y algunos banderines. La acción directa no-violenta la realizaron cerca de las 7 de la mañana, y tuvo amplia repercusión en la prensa local.
Al poco tiempo los humanistas fueron apresados por la Policía Federal, que montó un fuerte operativo en el lugar, y fueron trasladados la alcaidía de los Tribunales por disposición de la fiscalía de turno, donde fueron indagados. La fuerzas policiales alegan que con ese hecho se produjo un daño a un monumento histórico.
El Obelisco está considerado como el principal símbolo histórico de la ciudad de Buenos Aires. Ubicado en el cruce de la Avenida Corrientes y la Avenida 9 de Julio, la más ancha del país, en la Plaza de la República.
El monumento se emplaza en pleno centro porteño desde 1936, simbolizando las dos fundaciones de Buenos Aires y el izamiento por primera vez de la bandera nacional en la iglesia San Nicolás.
La estructura visible del Obelisco tiene una longitud de 67 metros y medio en su totalidad, 7 por 7 metros de base, y hasta la iniciación del ápice 63 metros. El ápice, que mide 4,5 metros, tiene en su parte mayor 3,5 metros de lado.
Con esta acción en el monumento histórico más visible de la ciudad, los humanistas expresaron que buscaban mostrar a toda la población el inicio de la Marcha Mundial por la Paz y No-Violencia, que comenzó su recorrido principal por parte de un equipo de 30 personas el pasado 2 de octubre en Nueva Zelanda, para recorrer 90 países, y llegar a Argentina el 2 de enero. Con esta manifestación planetaria, se busca concientizar sobre la necesidad del desarme nuclear, la superación de todo tipo de violencia.
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