Entendemos, como en el caso del Pueblo Mapuche, que toda vez que un sector de la población sufra algún tipo de violencia (racial, religiosa, económica, física, etc.), le cabe el derecho de resistir a tal situación, aunque tal situación tenga una pantalla de legalidad (que no es lo mismo que legitimidad). Y en este sentido Mundo Sin Guerras, apoya esta resistencia justa, por solidaridad, aunque no comparte su metodología, porque el derecho a la resistencia justa no justifica el uso de tal violencia.
Si bien no justificamos las reacciones del Pueblo Mapuche, especialmente su declaración de guerra, hacemos hincapié en que la principal responsabilidad es del poder, económico y político, que genera el caldo de cultivo para este tipo de reacciones. Y porque son además los que detentan el poder los que tienen mayores herramientas y responsabilidades para resolver las raíces de la violencia. ¡¡¡¡No pueden los organismos del Estado confundir “poner orden” con venganza y ensañamiento!!!!.
Conminamos al Estado de Chile a desactivar de inmediato la situación de presión social que vive el Pueblo Mapuche, retirando sus fuerzas opresoras de la zona de conflicto. . Asimismo, dar respuesta a las aspiraciones de un pueblo, que no por ignoradas o sofocadas durante siglos dejan de ser menos valederas en los corazones de muchos hombres, mujeres y niños.