Al cumplirse 60 años de la firma de las Convenciones de Ginebra, la Cruz Roja quiere hacerlas más concretas para que protejan mejor a las víctimas de los nuevos conflictos mundiales.
Este miércoles se cumplen seis decenios de la firma de las Cuatro Convenciones de Ginebra, el tratado que, en tiempos de guerra, vela por la suerte de los militares que han dejado de combatir así como por la de los civiles que se ven envueltos en el conflicto.
Las Convenciones, son además, la piedra angular del Derecho Internacional Humanitario, dado que a partir de la redacción y ratificación de la Primera, en 1864, comenzaron a desarrollarse las leyes de protección a escala mundial.
“Las Convenciones han demostrado ser absolutamente relevantes en el pasado, lo son actualmente y lo seguirán siendo en el futuro porque han permitido salvar la vida de miles de personas”, señaló hoy en rueda de prensa el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Jakob Kellenberger.
“Sería erróneo pensar que la regla es la violación de la ley y que el cumplimiento y respeto de las Convenciones es una excepción, es exactamente al contrario”, agregó.
El mandato y el trabajo del CICR dimana de las Convenciones, dado que le encomiendan la tarea de visitar a los presos, organizar las operaciones de socorro, reunir a las familias separadas y otras actividades humanitarias similares durante los conflictos armados.
No obstante el apoyo sin fisuras a las Convenciones, Kellenberger explicó que la organización se encuentra inmersa en un proceso de estudio e identificación de lagunas en la normativa, que no abarcan en su totalidad los nuevos conflictos y las víctimas que generan.
“El Derecho Internacional Humanitario no es estático, ni los conflictos de hace 30 años son los mismos de hoy en día. Si se interpretan las Convenciones de forma muy amplia no protegen a parte de la población, es por eso que debemos estudiar como hacerlas más concretas para que protejan cuanto más posible”, señaló.
Los conflictos actuales son cada vez más guerras civiles o contiendas en las que no se enfrentan de forma tradicional dos estados, y en la que la mayoría de las víctimas son civiles.
Uno de los puntos de debate se centra en la llamada “participación directa en las hostilidades”, un concepto que atañe a los civiles y que establece que éstos pierden su protección frente a los ataques cuando participan directamente en las hostilidades y mientras dure esa participación.
Este concepto, según el CICR es muy vago y, en muchos casos, está llevando a una interpretación errónea que está perjudicando a los civiles.
Otro aspecto es el de las salvaguardas procesales de las personas detenidas por razones de seguridad en relación con conflictos armados no internacionales.
El CICR considera que esas salvaguardas deberían desarrollarse más para que fueran concretas y realmente velaran por que exista un motivo válido para mantener a dichas personas bajo custodia.
No obstante, el presidente del CICR no especificó en qué sentido iría esa ampliación, o que forma tendría, o si la institución va a iniciar un proceso formal para concretarlo.
“Sólo digo que cada vez hay más civiles desprotegidos, y que cada día hay más víctimas, como los desplazados internos”, agregó.
La primera Convención de Ginebra, firmada en 1864 estableció la obligatoriedad de los estados firmantes de permitir la evacuación de los militares heridos.
En 1907 se redactó la Segunda, con el mismo espíritu y objetivo, pero en la que se abarcaba también la guerra marítima, que no se había tenido en cuenta en la Primera.
La Tercera Convención, firmada en 1929 está dedicada a los prisioneros de guerra, y establece la necesidad de tratarlos correctamente y velar por su salud mental y física.
Ochenta y cinco años después de la primera firma, en 1949, se firmó la Cuarta Convención, que protege a los civiles, incluso en los territorios ocupados.
Actualmente, 194 países han firmado y ratificado las Convenciones de Ginebra, uno de los tratados con mayor apoyo de todo el derecho internacional.
*Fuente: El Nacional, Venezuela*