A un año del histórico «voto ratificatorio» que consolidó al líder indígena Evo Morales en la presidencia de Bolivia, el Gobierno reafirmó el lunes por la noche su vocación democrática y su apego a la «claridad revolucionaria del pueblo» patente en las urnas.
«Jamás le vamos a tener miedo al voto del pueblo, nunca vamos a dudar de su conciencia ni de su voluntad revolucionaria (..) porque confiamos en la claridad revolucionaria del pueblo para defender el proceso de cambio», dijo el vicepresidente Álvaro García Linera durante un acto popular celebrado en el Coliseo Cerrado de La Paz.
La autoridad recordó que el 10 de agosto de 2008, los partidos políticos de corte neoliberal que gobernaron durante décadas el país, ahora en la oposición, «se inventaron» un referéndum revocatorio para sacar a Morales del Gobierno a la mitad de su mandato, «sin contar que el pueblo estaba con su Presidente y fracasaron».
«No habíamos venido al Gobierno para enriquecernos, no habíamos venido al Gobierno para hacer empresas familiares ni enriquecer a nuestros hijos ni a nuestros parientes, habíamos venido para servir al pueblo y, con esa conciencia limpia y con el corazón transparente, fuimos al 10 de agosto a pedir el apoyo del pueblo», argumentó García Linera.
Señaló que Morales no solamente fue ratificado ese día, sino que logró más del 67% de aprobación, superando incluso el 54% de votación con el que ganó las elecciones de 2005.
«En los nueve departamentos, campo y ciudad, trabajadores y campesinos, jóvenes y profesionales dijeron sí la proceso de cambio», resaltó.
Por su parte, el presidente Evo Morales, que voló directamente desde Quito, donde asistió a los actos de investidura del reelecto presidente de Ecuador, Rafael Correa y a una Cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas, a La Paz, explicó los ataques sistemáticos desde varios flancos que sufrió en 2008 su administración y que tuvieron por objetivo derrocarlo.
«Ellos (opositores de Santa Cruz) querían muertos y muertos, ya tenían poleras preparadas para marchar diciendo Evo asesino renuncie. Sabe el Prefecto (Rubén Costas), sabe el alcalde (Percy Fernández), sabe el comité cívico cómo financiaron y cómo querían acabar con un golpe de Estado y, fracasaron», representó el Jefe de Estado.
Agregó que ahora resta garantizar, profundizar y acelerar el proceso de cambio democrático en Bolivia, «pensando en el pueblo».
«Hemos empezado, falta mucho, será toda una tarea, será toda una responsabilidad», remarcó el gobernante.
Morales se ha puesto ya en campaña para la reelección en los comicios previstos para el 6 de diciembre que viene.
De acuerdo con estudios de percepción política, el mandatario, que no ha perdido elecciones ni referendos entre diciembre de 2005 y enero último, mantiene una ventaja de entre 35 y 40 puntos porcentuales sobre un vagón de hasta 10 pretendientes a ocupar la primera magistratura del país.
La oposición a Morales pugna, sin éxito, por articular un frente único con algunas posibilidades de hacerle frente en las urnas.