Estados Unidos y Rusia acordaron la reducción de entre 1.500 y 1.675 el número de ojivas nucleares y entre 500 y 1.100 la cantidad de vectores nucleares (misiles intercontinentales, embarcados a bordo de submarinos y de bombarderos estratégicos) de cada uno de los dos países.
Estas reducciones deberían producirse *«en los siete años siguientes a la entrada en vigor del acuerdo»* que reemplace desde diciembre al START, aclararon el Kremlin y la Casa Blanca en una declaración conjunta tras la reunión que mantuvieron Medvédev y Obama en Moscú.
Cada uno de los dos países tiene entre 2.000 y 3.000 ojivas desplegadas, listas para su utilización. Los acuerdos limitan a 1.600 el número de vectores.
El acuerdo de desarme era el eje para mejorar las relaciones. Pero según reconoció Medvédev, *«aún queda mucho por hacer»*. Obama aprovechó para anunciar la celebración de una cumbre de seguridad el año que viene en USA.
Ante el peligro que podría suponer para Rusia el escudo antimisiles que Washington quiere instalar en Polonia y la República Checa, Obama dijo que *«está dirigido contra un posible ataque de Irán o Corea del Norte y sería ineficaz contra un potencial tan enorme como el que posee Rusia»*. Sin embargo, decidieron crear una comisión conjunta de expertos para definir las amenazas.
Medvédev propuso diseñar un escudo capaz de proteger a todos los países del mundo. Y destacó el acuerdo de examinar los armamentos ofensivos y defensivos en común, y no por separado, como insistía la anterior Administración de USA. *«Hasta hace poco, en estas cuestiones las discrepancias eran totales»*, remarcó el ruso, y opinó que el nuevo enfoque permite *«avanzar en el acercamiento de ambas posiciones»*.